Trastorno Obsesivo Compulsivo, ¿se da también en el uso de redes sociales?

Hace años el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) fue considerado una enfermedad psiquiátrica. En la actualidad se reconoce como un problema común que afecta, aproximadamente, al 2% de la población.

¿Qué caracteriza a un TOC?

El TOC pertenece a los trastornos de ansiedad y se caracteriza por:

• Obsesiones. Esto comprende ideas, pensamientos, imágenes o impulsos persistentes y recurrentes que no se experimentan como algo voluntario sino como un pensamiento que invade la conciencia, y que se vive como repugnante o sin sentido.
• Compulsiones. Se trata de conductas repetitivas y, en apariencia, finalistas, que se hacen en base a determinadas reglas y de manera estereotipada. La acción se hace como una compulsión subjetiva y junto a un deseo de resistir dicha compulsión, al menos al principio.

¿Por qué una persona se comporta con TOCs? ¿Puede ser un comportamiento auto-lesivo?

Aunque parezca ilógico, el TOC es un comportamiento que se repite durante cierto periodo de tiempo y dura entre 3 y 6 meses, y puede incluso conllevar un placer. Después se convierte en una necesidad. Por lo tanto, se puede decir que la compulsión se basa en el placer.

¿Y si alguien tiene la continua necesidad de mirar el móvil, o de seguir conectado a redes sociales y Whatsapp?

Todo aquello que puede provocar la tecnología es, en cierta manera, una facilidad de expresión e incluso de adicción a ella. Sin embargo, no deja de ser un sustituto moderno de síntomas que dependen de una previa personalidad, y no del medio de expresión; es decir, de cómo se exprese.

Un ejemplo práctico de ello sería una situación en que alguien tiene la costumbre o “manía” de: antes de bloquear el móvil, comprobar y cerrar todas las pestañas abiertas. También revisar en diversas ocasiones que la alarma esté bien configurada y activada, y que todas las historias de Instagram hayan quedado visualizadas.

TOC: rituales ilógicos a la vez que incontrolables

Los TOC se rigen por lo que se podrían considerar tres tipos de rituales que, aunque parecen ilógicos, son incontrolables.

1. Ritual preventivo. Se trata de acciones que se hacen para prevenir un miedo. Un ejemplo sería limpiar la casa de manera compulsiva.
2. Ritual reparatorio. Tras llevar a cabo una acción se vuelve al hecho para comprobarla de manera compulsiva.
3. Ritual propiciatorio. Son acciones que se llevan a cabo con el objetivo de que pase algo bueno. Un ejemplo sería llevar un amuleto y hacer alguna acción con él de forma repetitiva.

Terapia Breve Estratégica para intervenir el TOC

Algunos especialistas dan fármacos a los pacientes con el objetivo de mitigar la ansiedad, pero eso no cambia la calidad de los pensamientos.

En la terapia breve estratégica se hace un diagnóstico que se define como operativo. A través de él se conoce un problema mientras se resuelve (aprender haciendo) que se concentra en los intentos aplicados para resolver un problema que no funcionó (soluciones que se intentaron). La herramienta de investigación es el diálogo estratégico. Se trata de un tipo de diálogo con preguntas con ilusión alternativa, mediante la cual se tocan las percepciones y las emociones (incluso antes del intelecto), para después aplicar estrategias y estratagemas que siguen la misma lógica del trastorno, haciendo que colapse desde dentro.

En este caso la prescripción de liberación es la que se conoce en Terapia Estratégica Breve como la “ritualización del ritual” (Nardone y Portelli, 2013), y que puede generalizarse a otras variantes de documentos basados en el placer. Se basa en que el especialista en Psicología pregunta a la persona durante un periodo de dos semanas, que es el periodo necesario para garantizar que las indicaciones entre una reunión y otra tengan el máximo efecto.

¿Qué resultados se obtienen con la Terapia Breve Estratégica para el TOC?

Los beneficios que proporciona la Terapia Breve Estratégica en el TOC son múltiples:

• La persona obtiene un control de su trastorno. De esta manera tiene que decidir, de forma voluntaria, llevar a cabo las acciones antes de la obsesión. Por lo tanto, el comportamiento pasará de ser compulsivo a ser voluntario.
• La terapia permite posponer la ejecución del ritual, llevándose a cabo una vez por hora. De esta manera el comportamiento no se actúa a merced de la obsesión sino por decisión de la persona.
• Se crea un intervalo entre la solicitud de la obsesión y la reacción de la persona, interrumpiendo la secuencia perceptiva-reactiva por la que se caracteriza el TOC.
• El ritual de placer se vuelve cada vez más desagradable por la necesidad de implementarlo en cualquier momento del día, independientemente de la necesidad en ese momento.