¿Se puede prevenir el Alzheimer?

Escrito por: Dr. Eugenio Lecanda Garamendi
Publicado:
Editado por: Carlota Rincón Muñoz

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa progresiva del cerebro, de causa desconocida, que produce severas alteraciones cognitivas, de carácter ejecutivo, del lenguaje y especialmente de la memoria. En términos generales se habla de demencia presenil antes de los 60 años y demencia senil tras los 60 años.

 

¿Qué factores ayudan a prevenir el Alzheimer?

La prevención se entiende como los parámetros de carácter dietético o general que disminuyen los factores de riesgo de contraer la enfermedad. En este sentido, no hay una prevención digamos total ante el Alzheimer, pero los estudio recientes han determinado factores que hay que cuidar para retrasar o prevenir parcialmente la aparición de la enfermedad si el paciente es propenso. Seguir una alimentación equilibrada es fundamental para la prevención del Alzheimer. Los alimentos que ayudan a la prevención de esta enfermedad son:

  • Alimentos monoinsaturados cómo frutos secos, cacahuetes, almendras y nueces.
  • Toma de vitaminas del complejo B; B12.B6.B1
  • Alimentos con contenido de ácidos polinsaturados, omega 3, y verduras cómo lechugas, acelgas, judía verdes etc.
  • Alimentos que aporten ácido fólico, como las naranjas y las judías.

Por el contrario, es importante reducir alimentos como carnes rojas embutidos o marisco y la comida frita. El alcohol y el tabaco también incrementan el riesgo. Una dieta equilibrada reducirá todos los factores de riesgo vascular conocidos: la hiperglucemia, la obesidad, el estrés, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia… que además pueden acelerar el proceso de la enfermedad.

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa progresiva del cerebro

 

¿Qué actividades puedo realizar para prevenir el Alzheimer?

El incremento de las actividades intelectuales que activan las funciones cognitivas puede ser de gran ayuda para la prevención de esta enfermedad. Actividades como la lectura disminuyen el riesgo de contraer la enfermedad, de la misma manera que hablar y aprender idiomas previene el deterioro cognitivo.

El deporte y cualquier ejercicio físico mejora también la salud cognitiva, ya que los deportes aeróbicos frecuentes mantienen bien oxigenado el cerebro.

Existen además ejercicios para adquirir hábitos de focalización de la atención; que es una de las funciones que antes se deterioran, tanto en las demencias cómo en cerebros preseniles o seniles. Aprender a escuchar es un magnífico ejercicio de la función relativa a la atención.

*Перевод с переводчиком Google. Мы приносим извинения за любые несовершенства

Por Dr. Eugenio Lecanda Garamendi
Неврология

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