Reconstrucción mamaria después de una mastectomía
Escrito por:En las unidades de Patología Mamaria del norte de Europa y Estados Unidos se considera que una mujer no está 100% curada hasta que no tiene la mama reconstruida de manera satisfactoria. En la consulta del Dr. Serra Renom, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, consideran que una mujer está totalmente curada cuando ha podido olvidarse de su enfermedad y, para ello, es importante una buena reconstrucción mamaria.
Reconstrucción simétrica de mama con expansores y prótesis
Actualmente, gracias a la capacidad regenerativa de los preadipocitos “stem cells” o células madre, y al hecho de que son pacientes que han sufrido un cáncer, sometidas a tratamientos de radioterapia y quimioterapia, estas desean recuperar su imagen corporal con las mínimas cicatrices posibles. Para ello, el Dr. Serra Renom ha llevado a cabo un protocolo de reconstrucción mamaria con expansores y prótesis e inyección de grasa con muy buenos resultados.
En la reconstrucción primaria, durante el mismo momento de la mastectomía, se coloca el expansor desinsertando en parte el músculo pectoral mayor, con el objetivo de conseguir una buena definición de los cuadrantes inferiores de la que será la nueva mama, y se rellena parcialmente. Además, en esta primera intervención se lleva a cabo el tratamiento estético de la otra mama, en caso necesario y si la paciente quiere. Cuando han pasado 2-3 meses se sustituye el expansor por una prótesis de silicona cohesiva, además de inyectar grasa en el espacio subcutáneo. De esta manera se conseguirá un buen plano a nivel subcutáneo y se dará elasticidad a los tejidos, reconstruyendo también la areola-pezón.
Durante la reconstrucción mamaria secundaria se coloca el expansor a través de endoscopia con una pequeña incisión en el extremo de la cicatriz de la mastectomía. En este momento se hace la reducción mamaria, pexia o procedimiento estético que corresponda en la mama sana y se hincha el expansor durante la intervención hasta que se igualan ambas mamas. Entonces se inyecta grasa en los cuadrantes superiores entre la piel y el músculo pectoral. De esta manera la paciente sale del quirófano con una reconstrucción totalmente simétrica. Cuando pasen 2-3 meses se sustituye el expansor por una prótesis de silicona cohesiva y también se inyecta grasa en el espacio subcutáneo, además de reconstruir también la areola-pezón.
Este procedimiento permite que la paciente obtenga una reconstrucción mamaria satisfactoria por la gran capacidad de regeneración tisular del tejido graso y los preadipocitos, sin necesidad de hacer un proceso largo, doloroso y con muchas cicatrices.
Tumorectomía y autoprótesis con plaquetas: curación de la paciente sin deformar la mama
En algunos tumores donde no es necesario hacer una mastectomía completa, el cirujano oncológico extrae el tumor. Después, el Dr. Serra confecciona una autoprótesis de plaquetas, de gelatina de plaquetas del propio paciente, para rellenar el defecto con su técnica propia. Así, con la propia incisión periareolar que se ha hecho para extraer el tumor, se introduce la autoprótesis de plaquetas. De esta manera, la mama no pierde volumen y no se retrae el complejo areola-pezón, por lo que se consigue la curación de la paciente no solo desde el punto de vista oncológico sino también estético, ya que no se deforma la mama.
Tumorectomía y elevación del músculo dorsal
Si la tumorectomía es mayor se debe hacer una cuadrantectomía con dos incisiones, una periareolar de 9 a 3, pasando por las 12, y otra axilar. Después, por la incisión de la axila (que también se ha empleado para la disección ganglionar en caso necesario), se eleva, asistido por endoscopia, el reborde externo del músculo dorsal ancho. De esta manera se emplea esta porción muscular para rellenar todo el defecto en la mama, por lo que no se deforma. Solamente queda una cicatriz periareolar para extirpar el tumor y en la axila, lo que ha servido para hacer la cuadrectomía, a la vez que para disecar la porción de músculo latissimus dorsi necesaria para cubrir el defecto tras la tumorectomía. Con esta técnica propia del Dr. Serra no se hace ninguna cicatriz en la espalda y se consigue una reconstrucción mamaria satisfactoria.