Mamas tuberosas: cómo conseguir el pecho deseado

Las mamas tuberosas son un tipo de malformación del desarrollo en la que la glándula mamaria no se expande adecuadamente, de forma que la base no se ensancha y hay áreas que no se desarrollan. La glándula, en vez de expandirse a lo ancho, lo hace sobre todo hacia delante, de forma que, en casos severos, queda herniada dentro de la areola, dándose una protuberancia en esta en mayor o menor grado. Es una deformidad de la base de la mama. En casos severos la deformidad se denomina en nariz de Snoopy o mamas caprinas, por su parecido. Parece ser que se debe a un engrosamiento de la fascia que recubre la glándula, que impide su correcto desarrollo.

Grados de las mamas tuberosas

Hay varias clasificaciones, pero todas coinciden en diferenciar según la zona que no se ha desarrollado. Así, la tipo I corresponde a la que falta mama en cuadrante inferointerno de la mama, la tipo II la que falta tejido en todo el polo inferior (con una distancia de areola a surco submamario corta y falta de curvatura típica del polo inferior de la mama) y tipo III, en la que falta todo el tejido mamario y solo hay una areola tuberosa con glándula herniada debajo de ella.

¿Cómo detectar que una mujer tiene mamas tuberosas?

Las mamas tuberosas se caracterizan por ausencia de tejido en alguno de sus cuadrantes, una distancia corta desde areola a surco y areola herniada, grande, que sobresale de la mama.

¿En qué consiste la operación de mamas tuberosas y qué aspectos habrá que corregir?

Siempre dependerá del grado, pero básicamente consiste en devolver la forma de la mama, dar volumen y corregir la tuberosidad de la areola. Para corregir la forma y volumen hay dos técnicas. La tradicional consiste en remodelar la glándula, expandiéndola mediante cortes internos o abriéndola como un libro, para aumentar su base. El volumen se consigue mediante una prótesis y habitualmente es preferible para este tipo de mama la prótesis anatómica, que da más volumen en polo inferior de la mama.

Desde hace unos años también se emplea grasa, bien para dar forma y volumen o solo para dar forma asociada a un implante. La ventaja de la grasa es que da forma sin necesidad de hacer técnicas de remodelación glandular. Asociar grasa a un implante irá en función del volumen final que desee la paciente, aunque habitualmente los especialistas en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora nunca aconsejan implantes muy grandes en esta patología, ante el riesgo de deformidades secundarias debido a un exceso de base de implante en relación a la anchura de la mama. La areola habitualmente se reduce y aplana quitando piel alrededor de ella y dejando una cicatriz alrededor de la misma.

Resultados de una cirugía de mamas tuberosas

Nunca hay que tratar una mama tuberosa solo con implantes, ya que las probabilidad de deformidades (doble surco) son altas. Siempre hay que cambiar la forma mediante remodelación interna o con grasa. En este caso, los resultados son muy buenos, normalizando completamente la forma de la mama.