Insomnio infantil, un trastorno que "trastorna mucho"

Escrito por: Dr. Eduard Estivill Sancho
Publicado:
Editado por: Patricia Pujante Crespo

El insomnio infantil se engloba dentro de las alteraciones del sueño y afecta entre el 20-30% de la población infantil hasta edad preescolar. Se caracteriza por la dificultad que tiene el niño en conciliar el sueño de forma autónoma. También por presentar el niño despertares nocturnos con incapacidad para volver a dormirse. Si el niño se resiste a acostarse por la noche a la hora estipulada también puede ser un síntoma de insomnio.

 

Por qué se produce el insomnio infantil

La etiología del insomnio infantil es multifactorial (causas biológicas, médicas, circadianas, de neurodesarrollo, conductuales) y también existen factores predisponentes, que deberán ser analizados por el especialista en Neurofisiología y Medicina del Sueño con un análisis funcional, para así establecer un diagnóstico preciso. Un 10% son causas medicas (alergias, intolerancias, reflujo, atopias, etc, pero el resto, el 90% son causas conductuales, es decir, ausencia de habitos o rutinas del sueño.

Además, existen estudios que muestran una estrecha relación entre el insomnio infantil y la depresión de las madres. Otros estudios muestran que el insomnio de la infancia puede continuar en edad preescolar, escolar e incluso cronificarse si no se aplica un tratamiento adecuado a tiempo.

El insomnio infantil afecta al 20-30% de los niños en edad preescolar

 

Qué provoca el insomnio infantil en el niño y en la familia

Se ha demostrado que el insomnio infantil afecta gravemente al niño durante el día, a nivel anímico, cognitivo, conductual, de salud y de calidad de vida. Además, provoca una disfunción familiar e incluso una repercusión sobre la calidad de vida y estado anímico de los padres.

 

Vías de tratamiento para el insomnio infantil

El tratamiento del insomnio infantil dependerá de la causa que lo provoca. Será fundamental poder establecer un diagnóstico correcto, antes de empezar el tratamiento. El insomnio infantil puede responder a causas médicas (un 10% de los casos) (intolerancias alimentarias, reflujo gastroesofágico…), alteraciones del sueño (Síndrome de Piernas Inquietas, apneas…) o psicológicas (ansiedad, miedos, etc). y el restante 90% obedece a ausencia de habitos y rutinas del sueño

En el insomnio infantil por hábitos incorrectos el tratamiento está basado en intervenciones conductuales, basados en principios de la psicología del comportamiento. Este tipo de psicología forma parte de un marco de compromiso con el método científico que implica que las intervenciones deben ser evaluables empíricamente. Esto significa que las intervenciones se basan en el supuesto de que las conductas y cogniciones son susceptibles de ser modificadas controlando aquellos reforzadores que las mantienen.

En general, se pueden distinguir tres grandes grupos de niños con insomnio, que se distinguen por edades. El primer grupo comprende desde los 6 meses hasta los 5 años. El segundo engloba a los niños de entre 6 y 12 años y, finalmente, el grupo de los adolescentes. Las formas como se presenta el insomnio es similar en todas las edades (insomnio de conciliación y/o de mantenimiento), pero la manera de abordarlo es diferente. Así, en los niños más pequeños las pautas de conducta se enseñan a los padres, para que sepan aplicarlas a sus hijos, y se basan en técnicas de “extinción”. En niños de entre 6 y 12 años es necesaria la colaboración del niño y las estrategias terapéuticas (no farmacológicas) se basarán en el refuerzo positivo, técnicas de distracción e intención paradójica, a lo que se suma la reestructuración cognitiva. No obstante, en el caso de los adolescentes es importante prestar atención a las alteraciones de ritmo circadiano, que responderá bien a la cronoterapia, aunque los especialistas deberán estar atentos a la posibilidad del insomnio secundario a trastornos de ansiedad o estado anímico.

Según una revisión con meta-análisis muy exhaustiva llevada a cabo por la Academia Americana de Medicina del Sueño, las intervenciones conductuales producen cambios fiables y duraderos. En este sentido, el 94% de los estudios demuestran que las intervenciones conductuales son efectivas, que más del 80% de niños tratados muestran mejoras clínicas que se mantienen más allá de los 3-6 meses, y en ninguno de los estudios revisados se aprecian efectos secundarios no deseados.

*Перевод с переводчиком Google. Мы приносим извинения за любые несовершенства

Por Dr. Eduard Estivill Sancho
Sleep Specialist

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