Endoscopia digestiva: la prueba más completa

Una endoscopia digestiva es una exploración para poder ver el aparato digestivo mediante instrumentos provistos de un sistema de iluminación y una cámara. También conocida como panendoscopia oral o gastroscopia, esta prueba consiste en el examen del esófago, estómago y duodeno, mediante un tubo flexible (panendoscopio oral) que se introduce a través de la boca y permite la visualización directa de todo tipo de lesiones que existan en esa porción de tubo digestivo (esofagitis, hernias de hiato, gastritis, úlceras, tumores, etc.) permitiendo, además, la toma de muestras para biopsias y ciertas actuaciones terapéuticas.

Por otro lado, la colonoscopia, por medio de otro tipo de endoscopios algo más gruesos y de mayor longitud, posibilita la exploración directa de todo el colon e incluso los últimos centímetros del intestino delgado, permitiendo así el diagnóstico de las enfermedades del intestino grueso y el tratamiento de algunas de ellas. Ambas exploraciones se realizan con sedación lo que permite que el paciente tolere perfectamente el procedimiento sin enterarse y sin dolor.

¿Para qué sirve la endoscopia digestiva?

Esta prueba se emplea para examinar el tracto digestivo superior (esófago-estómago y duodeno) y el colon en toda su extensión hasta el ileón terminal. Esto permite detectar las enfermedades que afectan a estos tramos, como la hernia de hiato, esofagitis, úlcera gastroduodenal o tumores digestivos altos.

En el colon también se pueden detectar pólipos, tumores o patología inflamatoria o infecciosa. La endoscopia digestiva tiene una triple finalidad, ya que se encarga de diagnosticar, pronosticar y tratar las patologías de la zona, pudiendo extraer los pólipos o lesiones malignas incipientes.

¿En qué consiste la prueba?

En general los pacientes tienen que estar en ayunas horas antes de la prueba y en el caso de la colonoscopia, también deberán realizar una preparación oral para limpiar el colon horas antes de la prueba, a la vez de realizar una dieta pobre en fibra los días previos a la exploración.

Al realizar la exploración bajo sedación el paciente tendrá que venir acompañado y no realizar actividades que contengan mucho esfuerzo en las siguientes 12 horas del procedimiento.

¿Qué signos alertarán de alguna anomalía?

Los síntomas de alarma para descartar una patología digestiva grave consistirán en una pérdida de peso o pérdida de apetito no justificada, una anemia de causa desconocida, una masa palpable en la exploración física , un cambio del ritmo intestinal en los últimos meses o un sangrado digestivo, bien con sangre roja en las heces o heces negras.

¿Qué tipo de patologías permite detectar?

La endoscopia digestiva permite el diagnóstico de enfermedades digestivas que afectan a la mucosa del tracto digestivo superior como el colon de naturaleza inflamatoria (enfermedad inflamatoria intestinal, gastritis, diverticulitis…), infecciosa (úlcera péptica asociada a la infección por Helicobacter pylori, colitis infecciosas) o neoplásica (pólipos de estómago o colón o tumores del tracto digestivo superior o del colon de naturaleza benigna o maligna).

La endoscopia digestiva no sólo permite el diagnóstico de estas enfermedades sino muchas veces su tratamiento y seguimiento para evitar nuevas lesiones.

Hoy en día las personas mayores de 50 años deben valorar la posibilidad de realizar una colonoscopia para descartar patología neoplásica de colon, bien pólipos o tumores de colon que, en fases iniciales no dan síntomas, y que el tratamiento en estas fases puede ser curativo.