Cada bebé tiene su propio ritmo para dormir

Dentro de un grupo de amigos con hijos de edades similares, estarán los padres que han tenido la “suerte” de que su bebé duerme 8 horas seguidas desde pocas semanas después de su nacimiento, y los que sus hijos no encadenan más de dos horas sin despertarse.  Dentro de estos mismos grupos pueden existir varias combinaciones: bebés que duermen más de día que de noche, bebés que se despiertan cuando los padres van a dormir…

¿Cómo es la evolución de las horas de sueño de un bebé?

Una vez nacen los bebés, pasan las primeras horas adaptándose a la situación ambiental de temperatura, la luz o los ruidos, entre otros; además, en general, las primeras horas no tiene sensación de hambre. Pasado estos días, las cosas pueden empezar a complicarse y el bebé empezar a tener hambre, dormir 3-4 horas y pedir comida durante la noche o no dormir del tirón.

Es importante no desesperarse, ya que se va a ir regulando progresivamente.

¿Es bueno que el bebé reciba la luz solar?

Durante los primeros meses de vida, los bebés tienen un ritmo de sueño similar al que tienen durante la gestación, es decir, independiente de la luz solar.

Los recién nacidos necesitan que madure su “reloj día-noche” interno, tal y como los adultos tenemos más sueño de noche que de día. Es por eso, que los pediatras recomendamos que durante el día reciba luz natural,  durante un paseo por ejemplo

¿Qué puedo hacer para sincronizar sus horas de dormir con las mías?

• Tal como hemos mencionado antes, es preferible hacer paseos por la mañana para aprovechar la luz del sol.
• Si se trata de un bebé que prefiere dormir durante el día, se recomienda que cuando se vaya a dormir no sea completamente a oscuras ni en silencio completo.
• Ayuda mucho establecer horarios en el niño, como ponerlo siempre a dormir a la misma hora, comer a la misma hora o hacer un baño relajante. Las rutinas ayudan a regular su horario interno.
• Antes hemos mencionado la melatonina. Si le das el pecho, recuerda que puedes comer alimentos ricos en triptófano que es el precursor metabólico de la melatonina: pollo, queso, leche, pescado, cerezas, tomate, chocolate negro, avena, plátanos…