Biofillers: rellenos faciales autólogos con grasa o PRP

Existen varias técnicas que permiten retrasar la aparición de los signos del envejecimiento, cuidar la piel dañada por agentes externos o rehidratarla. Sin embargo, todas ellas tienen en común el uso de productos químicos. Lo novedoso es poder conseguir resultados similares a los que se obtienen con la inyección de ácido hialurónico, con peelings o con mesoterapia pero sin emplear nada artificial. Estas soluciones se denominan “eco-retoques” y son procedimientos mínimamente invasivos que se fabrican a partir de la grasa o la sangre del propio paciente o plasma rico en plaquetas.

¿Qué son exactamente los biofillers?

Son rellenos faciales autólogos, es decir, material de relleno elaborado con la grasa o la sangre del paciente. Esto significa que puede emplearse como material de relleno en aquellas zonas deseadas del rostro. Las más comunes son los surcos nasogenianos, el mentón, los pómulos, los malares y los labios.

En el caso de los rellenos con grasa, las zonas donantes para extraer los adipocitos pueden ser los muslos o el abdomen. Para los rellenos con plasma rico en plaquetas, con una extracción de sangre es suficiente.

El proceso es el mismo en ambos casos: con un proceso depurativo se obtiene el material para infiltrar en la zona que se desee.

¿Dónde se inyectan los biofillers?

Se inyectan en cualquier zona susceptible de ser rellenada. La gran ventaja es que no hay posibilidad de rechazo del relleno ni probabilidad de reacción alérgica. En los rellenos con grasa los resultados son (a diferencia de los de ácido hialurónico), permanentes.

Normalmente los biofillers se emplean en:

• Arrugas estáticas
• Arrugas glabelares
• Relleno de ojeras
• Rinomodelación
• Aumento de pómulos
• Surco nasogeniano
• Líneas de marioneta
• Aumento de labios
• Aumento de mentón