La estimulación ovárica es un proceso que consiste en inducir una ovulación múltiple mediante medicaciones hormonales. Está destinado a estimular los ovarios para conseguir el desarrollo de diferentes folículos maduros que, además, permitan conseguir un número adecuado de ovocitos.
Es un tratamiento que se utiliza para aumentar el número de óvulos en mujeres que quieren someterse a una técnica de Reproducción Asistida, ya sea mediante inseminación artificial o fecundación in vitro.
El objetivo de este tratamiento es ayudar a los ovarios para que varios folículos maduren y puedan así obtenerse uno o más óvulos maduros. Un folículo es el lugar del ovario donde se desarrolla el ovocito, la célula reproductora femenina.
De esta manera, se puede conseguir un aumento del número de ovocitos para fecundar y, en consecuencia, también un mayor número de embriones y la posibilidad de conseguir un embarazo.
El tratamiento consiste en la administración de inyecciones subcutáneas de un preparado hormonal. Se inicia habitualmente en los primeros días del ciclo y suele durar unos 8-10 días. Su objetivo es ayudar a que los ovarios produzcan uno o más ovocitos maduros. Durante el proceso de estimulación, el especialista realiza un seguimiento del número y tamaño de folículos (donde se desarrollarán los futuros óvulos) mediante ecografía vaginal. Estos controles se suelen hacer cada dos o tres días. Habitualmente son necesarios entre 3 y cuatro controles durante el proceso de estimulación ovárica.
Cuando un folículo alcanza aproximadamente 18 milímetros, se considera que ya puede tener en su interior un ovocito con capacidad para madurar. Justo en ese momento se administra a la mujer una hormona para provocar la maduración final del óvulo.
Esto suele ocurrir entre los días 11-12 del ciclo menstrual. Esta inyección tiene su efecto un día y medio después de su administración, y justo es en ese momento cuando se realiza la inseminación artificial con semen fecundante o la extracción de los ovocitos.
Tras la extracción de los óvulos o de la inseminación artificial se procede a preparar el endometrio para que los óvulos fecundados se implanten con mayor facilidad en la pared del útero.
En algunos casos los especialistas recomiendan tomar anticonceptivos para controlar el ciclo menstrual de la paciente. Además, antes de iniciar el tratamiento será necesaria una ecografía vaginal, con el objetivo de comprobar que el ovario está en reposo.
Durante la estimulación ovárica y los días posteriores, los ovarios pueden aumentar el tamaño, de manera que la paciente puede notarse más hinchada y con molestias o dolores abdominales.
Cuando aparecen este tipo de molestias, no es recomendable que la paciente realice ejercicio físico intenso. En este sentido, se debe evitar por el riesgo de torsión ovárica, por la cual el ovario puede rotar sobre su propio eje y bloquear el riego sanguíneo. En caso de que esto ocurra puede llegar a ser necesario un tratamiento quirúrgico.
Existen otras alternativas a este tratamiento, especialmente indicadas en mujeres con baja repuesta ovárica en los tratamientos de fertilidad. Entre estas alternativas se encuentran las siguientes:
Pretratamiento con andrógenos
Conversión de un ciclo de fecundación in vitro en un ciclo de inseminación artificial
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