Video del Dr. José Rivas Becerra

Las operaciones de obesidad, no sólo no afectan, sino que mejoran la calidad de vida del paciente obeso, desde todas los puntos de vista. En primer lugar, mejora su movilidad y su capacidad para realizar las actividades que hasta entonces le estaban vetadas o que no podía realizar de forma óptima, tales como subir escaleras, desplazarse andando una distancia larga, atarse los cordones, etc. En segundo lugar, se experimenta una más que notable mejoría en la calidad de las relaciones de pareja. En tercer lugar, no podemos olvidar la mejora puramente física debido a la importante bajada de peso que se experimenta. Y en cuarto y último lugar, destacar la gran mejoría en un aspecto tan importante como es el psicológico, que se manifiesta con un aumento de la seguridad en sí mismo y la autoestima desde los primeros momentos. Más info en www.cirugiarivas.com

Tras la cirugía bariátrica o de reducción de estómago, es necesario un periodo de adaptación en la dieta. De inicio, se toma dieta líquida, para posteriormente pasar a dieta semilíquida, blanda, semiblanda y finalmente dieta normal. Todas estas directrices irán dirigidas personalmente por la nutricionista de nuestro equipo. Durante el periodo de dieta líquida y semilíquida, el paciente deberá complementar su dieta con suplementos alimentarios. También disponemos de alternativas dietéticas, para los pacientes que por motivos de trabajo están fuera de casa durante las fases de dieta semilíquida y blanda. Pasadas de 5 a 6 semanas, el paciente podrá tener una dieta sólida y comer con normalidad dentro de las pautas e indicaciones personalizadas. Más info en www.cirugiarivas.com

No hay una mejor operación, lo que debemos buscar es la mejor indicación o prescripción, dependiendo del caso particular de cada paciente. Tenemos que individualizar a cada paciente y estudiar su caso en particular. Es decir, debemos hacer operaciones a medida dependiendo de los problemas que presente el paciente. Además, una misma técnica quirúrgica, puede realizarse con distintas variantes técnicas, cambiando tanto su seguridad durante el postoperatorio, como su eficacia a largo plazo. De ahí la gran importancia de la experiencia del cirujano y su equipo quirúrgico y de sus resultados previos para esa técnica quirúrgica. En definitiva, la mejor operación para eliminar la obesidad es aquella que se ajusta perfectamente a la realidad y necesidades de cada paciente. Más info en www.cirugiarivas.com

En la práctica totalidad de los casos es muy bueno. El organismo de los pacientes sufre un cambio positivo tan grande, que demuestran su alegría y satisfacción por haber tomado la decisión de operarse. Desde luego, siempre hay pequeñas cosas que resolver, pequeñas preocupaciones, como tener que hacer ejercicio o evitar estos o aquellos alimentos, pero globalmente hay un alto grado de satisfacción corporal y emocional. En el caso de pacientes con algún tipo de alteración emocional nuestro equipo de psicólogos se encargará de mitigar este estado haciendo que se sientan acompañados en su camino. Más info en www.cirugiarivas.com

Los síntomas de la obesidad mórbida son progresivos y se desarrollan de forma silenciosa durante años antes de ser reconocidos. En el caso de los pacientes obesos jóvenes, tienen pocos síntomas y pueden creer que nunca llegarán a padecerlos de forma severa. Los síntomas que están relacionados con el propio aumento de peso son el cansancio, sensación de falta de aire, dolores articulares y de espalda e hinchazón de tobillos. Los que están relacionados con el cúmulo de grasa en las vísceras abdominales son la diabetes, hipertensión, colesterol, triglicéridos y ácido úrico elevados, disfunción endocrina como el hipotiroidismo o las dismenorreas, así como alteraciones cardio-respiratorias y vasculares. En último lugar también tenemos los síntomas psicológicos como la ansiedad, la depresión, la baja autoestima, la sensación de discriminación y la compulsión con los alimentos, entre otras. Más info en www.cirugiarivas.com

El límite de edad para las intervenciones de reducción de estómago estaría en torno a los 70 años, aunque realmente se utiliza como parámetro para decidir si un paciente es apto, su edad biológica. Significa que lo importante es el estado de salud que tenga la persona en el momento de la posible cirugía, y las posibilidades de mejora en la calidad de vida y en la esperanza de vida con la operación. Lo que sí hemos de tener en cuenta, es que cuanta más edad tiene un paciente, más detallado debe de ser el estudio preoperatorio, con especial atención al aspecto cardiovascular. Para este tipo de pacientes, hay que prestar especial atención en el estudio de las pruebas de esfuerzo, espirometría y ecocardiograma así como la ecografía carotídea que son imprescindibles. Más info en www.cirugiarivas.com

La recuperación después de una operación de reducción de estómago es rápida y sencilla, siempre y cuando sea realizada por un equipo de excelencia. Con una preparación previa a la cirugía, y si se utiliza una metodología de anestesia y cirugía avanzadas, la estancia en el hospital va a ser muy corta. Tras el alta, el paciente puede dar paseos diarios de 1 hora e ir siguiendo las pautas dietéticas. Se trata de una dieta de progresión, adaptada en texturas, donde los primeros 10 días deberán ingerir una dieta líquida. La estancia hospitalaria suele ser de 3 a 5 días, levantando al paciente de la cama el mismo día de la operación y comenzando con una dieta líquida tibia o fría. Es una cirugía mínimamente invasiva, por lo que los pacientes no tienen dolor y pueden volver rápido a su actividad física preoperatoria. Posteriormente, cada semana y, supervisado por nuestra nutricionista, se va modificando la textura, siendo ésta cada vez más densa y espesa, llegando a texturas normales prácticamente al mes de la intervención. Más info en www.cirugiarivas.com

De forma general, existen una serie de tablas o baremos basados en el Índice de Masa Corporal (IMC) que nos pueden ayudar a tabular de algún modo el nivel de obesidad que presenta una persona y que podríamos resumir del siguiente modo: IMC de 25 hasta 30 --- Sobrepeso. IMC de 30 a 35 --- Obesidad Grado I. IMC de 36 a 40 --- Obesidad Grado II. IMC mayor de 40 --- Obesidad Mórbida. Hay que tener en cuenta que estos índices son orientativos y para su cálculo se toma como referencia la altura y el peso de la persona. Para poder delimitar el Índice de Masa Corporal (IMC) de una forma más precisa y el posible síndrome metabólico, es necesario conocer medidas adicionales como los contornos de pecho, cintura y cadera además del sexo del paciente. Con estos datos, más los mencionados anteriormente de altura y peso, ya sí podemos determinar que tipo o nivel de sobrepeso presenta un paciente. Más info en www.cirugiarivas.com