Vacunas en el embarazo: el triple beneficio

La vacunación en el embarazo supone una triple oportunidad, con ventajas para embarazada, feto y futuro recién nacido.

Lo primero que se debe indicar que las vacunas se clasifican en 2 tipos:

1. Vacunas inactivadas: de toxinas destoxificadas o de virus fraccionados. Son muy seguras.
2. Vacunas de gérmenes vivos, atenuados: estas últimas contienen microorganismos vivos y por eso no se utilizan durante el embarazo, por la posibilidad de que esos gérmenes pasen al feto en desarrollo, y puedan originar daños en sus órganos en formación. Por tanto están contraindicadas en el embarazo. Algunos ejemplos serían la vacuna triple vírica (sarampión, rubeóla y paperas) o la vacuna de  gripe con virus vivos. Por tanto en adelante nos referiremos a vacunas inactivadas.

¿Se puede vacunar una mujer embarazada?

Sí, se puede. El sistema inmunitario (defensivo) de la embarazada es capaz de responder adecuadamente a las vacunas, de modo similar al de las personas no embarazadas.

Por otro lado, hay gran experiencia y ya desde la década de 1950 se ha vacunado masivamente, contra la gripe y la poliomielitis y los estudios de seguimiento de muchos años, de madres e hijos demostraron que no había riesgos. Contra el tétanos se han vacunado millones de madres sin ningún efecto adverso detectado y se han evitado muchísimas muertes por tétanos neonatal.

Triple beneficio de las vacunas en el embarazo 

1. Beneficios de la vacunación para la mujer embarazada: La embarazada se beneficia directamente, así por ejemplo al recibir la vacuna de la gripe, pues la embarazada está en el grupo de alto riesgo para esta enfermedad.
2. Beneficios de la vacunación para el feto: Que la embarazada no padezca una enfermedad durante la gestación, como por ejemplo la gripe, evita partos prematuros y abortos.
3. Beneficios de la vacunación para el recién nacido: El recién nacido habrá recibido, a través de la placenta, anticuerpos contra los microorganismos de la vacuna recibida por la madre con lo que podrá ser inmune, o sufrir formas más leves de la enfermedad; así se le protege, por ejemplo, frente a la gripe, ante la cual no se pueden aplicar vacunas hasta los 6 meses de vida y que puede ser severa en niños pequeños.

El beneficio más importante, en nuestro medio, es frente a la tos ferina (la vacuna se administra junto con tétanos y difteria). Para esta enfermedad no se puede comenzar a vacunar hasta los 2 meses de vida y se precisa otra dosis a los 4 meses para conseguir una mejor inmunidad, pero en ese tiempo los adultos familiares del lactante pueden tener una enfermedad caracterizada solo por tos, que a veces ni les preocupan por la aparente benignidad, y que se trate de la tos ferina, que si se trasmite al lactante puede ser muy grave e incluso mortal.

La vacunación de la embarazada impide que esta sea la que trasmita la enfermedad al recién nacido y, al contrario, permite que le pasen anticuerpos al feto durante el embarazo que dificultarán que el lactante tenga una tosferina grave y podrá ser vacunado convenientemente en su momento.

Hay que recalcar que también es beneficioso vacunar al padre para que no sea él quien trasmita la enfermedad al recién nacido ("cocooning" o estrategia del nido se llama a esta práctica de vacunar a los familiares directos).

Gripe y tosferina, vacunas recomendables en el embarazo

Estas dos vacunas,gripe y tosferina, son tan seguras que se puede vacunar la madre en todos los embarazos sucesivos, aunque sean seguidos en poco tiempo.

Dese luego recomiendo la vacuna frente a la gripe en cualquier momento del embarazo (recuerden son solo trozos de virus, no producen enfermedad ni a madre ni a feto, sólo algunas molestias locales y rara vez generales) si hay epidemia, y de la tosferina a partir de la semana 28 (esto es un período de la gestación elegido para que pasen el máximo de anticuerpos al feto).

Avances y futuro en la vacunación

En el momento se investigan nuevas vacunas y así están en marcha proyectos para vacunar a las embarazadas frente al estreptococo grupo B (se hacen cultivos actualmente a todas las embarazadas, previo al parto, para tratar si es preciso a madre y/o recién nacido), para el citomegalovirus, que es muy dañino para el feto, y para el VRS, que origina las terribles epidemias de bronquiolitis que se ven todos los inviernos.