¿Soy un comprador compulsivo?

¿Compro cosas que realmente no necesito? ¿Compro por placer? ¿Estoy comprando demasiado? Son solo algunas de las preguntas que nos podemos hacer actualmente con las nuevas tecnologías; el acceso a las compras es muy rápido, sencillo y podemos cambiar los productos que no queremos y todo, sin necesidad de ir a una tienda física.

Las necesidades han dado paso, a muchas personas, a la compra online, dónde muchas veces se adquieren productos por capricho y en muchas personas se ha tornado un serio problema. Si ello ocurre, hablamos de compra compulsiva o bien oniomanía; ello va asociado a un comportamiento desadaptativo de compra persistente al que la persona no tiene capacidad de resistirse, con comportamientos sin autocontrol, adictivos y sin necesidades reales.

Tales compras compulsivas suelen ser más habituales en mujeres, y estas suelen tener perfiles impulsivos y padecer elevada ansiedad, con falta de autocontrol y bajo estado de ánimo, especialmente.

Síntomas de las personas que compran compulsivamente

Los síntomas habituales que padecen estas personas que sufren de adicción a las compras compulsivas son:

• Ansiedad por comprar.
• Falta de autocontrol, impulsividad.
• Satisfacción no cubierta tras la compra.
• Culpabilidad, autoengaño y/o vergüenza tras la compra.
• Ideas fracasadas de controlar el gasto realizado.
• Irritabilidad y cambios de humor.

Es habitual que las personas compradoras compulsivas utilicen estrategias de regulación emocional; aparece un pensamiento donde poseer o consumir algo determinado de forma inmediata les aportará cierta sensación de placer momentáneo. Es cuando el cerebro genera dopamina, el neurotransmisor que se encarga de la satisfacción inmediata. Tras realizar la compra, se obtiene una sensación de felicidad a corto plazo. Al lograr ese refuerzo positivo y al existir una sensación falsa de control, placer y poder, el cerebro necesitará repetir la acción como fuente de placer, por lo que se crea un patrón repetitivo de la conducta adictiva.

Tras dichas compras compulsivas, aparecerán sentimientos de descontrol, frustración o culpabilidad, por lo que el estado anímico empeorará. Para evitar esa frustración, la persona volverá a comprar para sentirse mejor temporalmente; puede entonces iniciarse la oniomanía.

Pautas para tener el control de las compras

La técnica de autocontrol de los diez minutos ayudar a evitar las compras de manera compulsiva. Consiste durante 10 minutos parar esa compra.

Si compras online, puedes añadirlo a la cesta de la compra o bien si estás en una tienda, le dices al o a la dependiente/a que te lo guarde 10 minutos. En ambos casos, se cambiará de actividad y la dopamina tras ese tiempo bajará, en la persona impulsiva, tendrá autocontrol y al mirar la cesta (online o volver a buscar el producto en la tienda), es entonces cuando la persona podrá discernir si realmente es necesario ese producto o no ya que entonces sí tendrá el control.

Las frases claves serán:

1. ¿Puedo vivir sin ello?
2. ¿Qué pensaré y cómo me sentiré en unos días si compro este producto?
3. ¿De qué otra forma puedo utilizar ese dinero si lo guardo para otra cosa?

Si somos capaces de reaccionar, estaremos orgullosos de nosotros mismos ya que no nos venden, sino que somos nosotros los que elegimos y compramos; tenemos el control.

¡Pensemos en lo bien que nos sentimos cuando tenemos el control de nuestras compras y gastos! Si crees que no podrás controlar tales compras, recurre a un especialista en este campo.