Rinoplastia: una decisión importante

Realizar una cirugía correctora de nariz o rinoplastia se trata seguramente de una de las intervenciones estéticas más complicadas para un cirujano plástico por diversos aspectos.

Por un lado, el rostro o la cara se trata de la carta principal de presentación de todo el mundo a la hora de relacionarse. A su vez, la nariz ocupa una posición referencial en el óvalo del rostro. Comparándolas, la nariz no tiene la misma importancia que por ejemplo las orejas, la boca, los párpados o los lóbulos.

A su vez, sin contar el apartado estético, la nariz cumple una importante función, por lo que las intervenciones estéticas no pueden impedir o dificultar esta función. De hecho, en muchos casos es más importante realizar las correcciones funcionales necesarias para mejorar o restaurarlas, como puede ser por ejemplo la corrección del tabique nasal, los cornetes o la válvula nasal.

Además, la belleza y/o armonía de la pirámide nasal es algo totalmente subjetivo, por lo que la paciente y el cirujano deben llegar a un punto de acuerdo en cuanto a las necesidades estéticas de la nariz y las posibles formas de conseguirla.

Generalmente, el paciente comprende en qué casos se debe quitar (dorso nasal) o en qué caos se debe reducir o afinar la punta o la nariz en general. No obstante, algunos pacientes tienen dificultades a la hora de visualizar cuando se debe aumenta ro proyectar, como en casos de punta corta o de dorso hundido. A su vez, las rinoplastias de aumento son siempre más complicadas que las rinoplastias de reducción.

En el caso de la rinoplastia, la entrevista preparatoria es muy importante. Así, es fundamental que el paciente entienda las necesidades de su nariz para tener un aspecto estético mejor. En esta línea, el cirujano debe conocer perfectamente lo que se quiere mejorar, por lo que es muy importante que el paciente y el cirujano estén totalmente de acuerdo en el objetivo del procedimiento, y que las expectativas sean realistas y no haya duda sobre el resultado final de la cirugía.

Normas y pautas para el paciente y el cirujano

1. La rinoplastia la llevará a cabo un cirujano plástico y estético. El otorrinolaringólogo no realiza rinoplastias estéticas.
2. La intervención debe realizarse en un hospital, normalmente bajo anestesia general con un anestesista titulado, y tras haber realizado un estudio preoperatorio completo.
3. A ser posible, se recomienda un día de ingreso hospitalario con el objetivo de controlar el posible dolor y el sangrado.
4. Infórmese y busque referencias sobre el cirujano que realizará la intervención.
5. No se quede con dudas con el cirujano, explíquele su objetivo y sus necesidades.
6. Asegúrese de entender todo lo que le explique el cirujano, no se quede con dudas.
7. Pregunte por el postoperatorio y la recuperación.
8. Ver imágenes y fotografías de otros pacientes intervenidos es positivo, pero no debe ser la razón principal de la intervención.
9. Necesitará al menos quince días para realizar una vida normal sin tener que dar explicaciones.
10. El objetivo de la rinoplastia no es que la gente se percate del retoque de su nariz, sino de que el paciente consiga mejorar la estética de su nariz sin que el resto lo sepa.

Si desea más información sobre la rinoplastia, consulte con un especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.