Riesgo de suicidio entre adolescentes: ¿mito o realidad?
Autore:La American Psychological Association (APA) ha publicado unos datos muy llamativos acerca de un tema que la sociedad no valora lo suficiente: el suicidio. En este sentido, Estados Unidos ha declarado recientemente septiembre, mes nacional de la prevención del suicidio.
Esto podría ser un hecho sin importancia, si no fuese porque la tasa de suicidio aumenta año tras año, a nivel global. Los norteamericanos han aumentado su porcentaje en un 25% desde el año 2000. Por estos motivos, la Psicología tiene un papel fundamental, desde que aparecen los primeros signos de depresión. Por ello, es preciso invertir en especialistas de la salud, así como en investigación y difusión. Solo de esta manera se podrá atajar de raíz el problema y aportar soluciones óptimas desde las primeras etapas de la crisis.
Principales factores de riesgo
A pesar de lo que se cree, cualquier persona es susceptible de experimentar una depresión, tanto en edades escolares como ya en etapas más avanzadas. En cualquier caso, como sucede con otros trastornos, actuar tempranamente puede ser determinante para cortar los síntomas.
¿Cuáles son los síntomas o indicadores adelantados que deben alertarnos frente del riesgo de suicidio?
- Hablar de desaparecer, de la muerte o de autolesionarse
- Poco interés por sus aficiones
- Tener conductas antisociales y evitar las reuniones con amigos
- Correr riesgos innecesarios
- Volverse irascible, irritable, etc., o sufrir ansiedad, tener dificultades para tomar decisiones, etc.
- Ignorar la imagen personal
- Cambiar objetivos, rutinas o comportamientos
- Padecer de sueño por insomnio, somnolencia excesiva, pesadillas horarios desestructurados
- Alimentarse de forma no controlada, de manera que provoque pérdidas de apetito o ansiedad
- Baja autoestima, culpabilidad y vergüenza de estar en un lugar
- Sentir desesperanza en el futuro, como si nada fuera a mejorar nunca
La prevención, la mejor opción
El suicidio es un grave problema, por lo que resulta vital no ignorar su importancia. Se trata de la segunda causa de muerte entre jóvenes de entre 15 y 24 años.
A pesar de que suicidio y depresión a menudo coinciden, no siempre van de la mano. No siempre que alguien se suicida estaba sufriendo una depresión. Por ello, es muy importante utilizar la prevención como herramienta, conociendo los signos de alarma y acudir a un especialista, si es preciso.
