¿Qué importancia tiene la ausencia completa de dolor en la migraña?

La migraña es una de las enfermedades más comunes del mundo y afecta con más severidad a aquellos pacientes que se encuentran trabajando, estudiando o criando a sus hijos.

Según el estudio Global Burden of Disease de 2019, publicado en el Lancet, se trata de la primera causa de años vividos con discapacidad en las mujeres adultas. Esto implica un impacto negativo de la migraña en el trabajo, la educación, la vida social y, también, en la calidad de vida. Más todavía si tenemos en cuenta la estigmatización que supone quejarse por cefaleas no solamente entre la población, sino entre la comunidad médica.
 

Como vivimos en un país capitalista, la mejor forma de abordar el problema es hablar de costes. Ya sean costes directos e indirectos, se disparan en los pacientes con migraña que no se han sido tratados adecuadamente, ya sea por acudir a urgencias, pruebas diagnósticas inútiles, sobremedicarse o pérdida de productividad laboral.
 

¿Cuál es el tratamiento más adecuado para la migraña?

La mejora manera de abordar el problema es mediante un tratamiento sin olvidar que lo primero es diagnosticar el proceso correctamente, para lo que es necesario un especialista en Neurología con formación en cefaleas.

Los objetivos del tratamiento sintomático de la migraña según las organizaciones a nivel nacional e internacional son:

• Tratar las crisis de dolor de manera rápida, consistente y sin recurrencias.
• Restablecer la capacidad funcional del paciente.
• Reducir el uso de medicamentos añadidos y de rescate.

Además, hay que tener en cuenta optimizar el cuidado personal, garantizar que los efectos secundarios sean mínimos o nulos, bajar el uso de recursos y lograr una buena relación calidad-precio.

Para escoger el tratamiento más idóneo hay que tener presente las características de las crisis de dolor: la intensidad, la frecuencia, la discapacidad generada, el tiempo transcurrido hasta la máxima intensidad y los síntomas asociados más molestos. En general, reservamos por precio los triptanes para aquellos casos moderados o graves en intensidad, aunque actualmente son los más eficaces y específicos. Mientras que los casos leves pueden manejarse con antinflamatorios no esteroideos o paracetamol.
 

¿Qué efectividad tienen los tratamientos?

Para valorar la eficacia de estos tratamientos medimos tanto la ausencia sostenida del dolor a las 2 horas como su reducción sin la necesidad de una medicación de rescate por recidiva a las 24-48 horas. También puede evaluarse su efecto sobre los síntomas más molestos como son las náuseas, fotofobia o sonofobia, y, de esta forma, valorar el efecto percibido por los pacientes.

Tanto los pacientes como los doctores que los tratamos consideramos la rápida y completa eliminación del dolor el factor más importante de un tratamiento sintomático. Por eso, lo más importante es tener acceso a los tratamientos más efectivos (triptanes) y en el menor tiempo posible. En los primeros 30 minutos es cuando hay una mejor respuesta (el dolor es solo una parte de la migraña, no siempre la más incapacitante), y en estos primeros minutos es cuando los fármacos que no atraviesan la barrera hematoencefálica (la mayoría) actúan mejor en la inflamación meníngea, origen del dolor.

Es por ello que hay que acabar con la tradicional receta de “si no me hace efecto el ibuprofeno, me tomo el triptán”, porque es un grave error. Lo que sí aconsejamos a los pacientes que conocen muy bien su dolor es que si creen que va ser leve y les funcionan los antiinflamatorios que empiecen por estos (son más baratos y, en muchas ocasiones, con menos efectos secundarios).

La ausencia completa del dolor ha demostrado asociarse a una menor probabilidad de recurrencia o retraso de la misma. A su vez, parece relacionarse estrechamente con la ausencia de los síntomas más molestos. Su fracaso se asocia a un mayor riesgo de cronificación y sobreuso de medicación.

Por lo tanto, podemos concluir que el tratamiento adecuado es aquel que elimine por completo el dolor lo más rápido posible.