¿Qué es la COVID persistente?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) desde octubre del 2021 reconoce la enfermedad de COVID persistente o long COVID, y la define como aquellos individuos con antecedentes de infección probable o confirmada por el SARS-CoV-2, normalmente unos tres meses después de la aparición de la COVID-19, con síntomas cuya duración se extiende al menos durante dos meses y que no pueden explicarse por un diagnóstico alternativo.

Es una patología que produce síntomas (disnea, astenia, debilidad generalizada, taquicardia, dificultad para la concentración, niebla mental…) y que resulta muy invalidante para los pacientes que la padecen.

¿En qué personas puede darse la COVID persistente?

Se estima que la prevalencia de la COVID persistente es aproximadamente de un 10% de los pacientes que han padecido una infección aguda, en la mayoría de los casos de forma leve. Es más frecuente en mujeres de mediana edad.

¿Qué lo causa? ¿Qué hace que una persona pueda pasar la COVID y otra desarrolle long COVID?

Hay diversas teorías sobre la causa del COVID persistente y que están en investigación. Las más relevantes son:

1. La persistencia viral. El virus permanece activo en el organismo produciendo la sintomatología.
    
2. Hiperestimulación del nervio vago. El virus produce una respuesta inmune que altera el funcionamiento del nervio vago.
    
3. Síndrome hiperinflamatorio y alteración de la respuesta inmune. El virus genera una hiperactivación del sistema inmune con alteración de la respuesta por citoquinas que produce una afectación generalizada del endotelio (endotelitis) así como afectación microvascular con afectación de distintos aparatos y órganos…
   
    

¿Cuáles son los síntomas de la COVID persistente? ¿Cuánto dura?

Se han descrito hasta más de 200 síntomas o signos en paciente con COVID persistente, y los más frecuentes y característicos son los siguientes:
 

• Disnea. Sensación de falta de aire con fatigabilidad al aumentar el esfuerzo.
   
• Astenia o cansancio. El paciente presenta una debilidad generalizada y un cansancio excesivo para las actividades habituales de la vida diaria.
   
• Dolores articulares y musculares generalizados.
   
• Parestesias y disestesias. Sensación de acorchamiento y alteración de la sensibilidad en el contexto de neuropatía de fibra pequeña.
   
• Disautonomía. Aparición del Síndrome de Taquicardia Postural Ortoestática (POTS). Afectación del cortejo vegetativo (náuseas, diarreas, sudoración…).
   
• Niebla mental o brain frog. Dificultad para la atención y concentración, con sensación de aturdimiento y embotamiento….
   

En cuanto a la duración a día de hoy se considera que es una patología fluctuante de tiempo de duración de la sintomatología variable y con una tendencia a la cronicidad en un porcentaje considerable de casos...

¿Cómo se trata la COVID persistente?

Actualmente aparte del tratamiento sintomático hay tres líneas de trabajo o investigación con intención de curación, aunque todas ellas se encuentran en fase de ensayo o como tratamiento experimental con resultados preliminares prometedores, pero sin evidencia científica suficiente.
 

1. Uso de antirretrovirales ante la posibilidad de la persistencia viral o actuando en detener el síndrome hiperinflamatorio.
    
2. Uso de anticuerpos monoclonales.
    
3. Plasmaféresis.
    

Si desea más información, consulte con un especialista en Medicina Interna.