Proceso de feminización de la voz: los errores a evitar

Autore: Mariela Astudillo Ramírez
Pubblicato:
Editor: Cristina Mateo

Hace ya más de 15 años empecé a preguntarme si una voz podía ser modificada en su esencia más pura, esa voz que nos identifica y nos representa como hombres o mujeres ante la sociedad. Con el paso del tiempo, fui comprendiendo tanto en el ámbito profesional como personal, que no solo se modifica una identidad vocal a nivel de género (término que quiero dejar de usar) sino que la clave está en la búsqueda de una voz en perfecta armonía y coherencia con nuestra personalidad e identidad.

 

No podemos hacer diferencia entre la voz de nuestro yo profundo y la de nuestra identidad en cuanto a representación única y exclusiva, ni tampoco la de nuestra personalidad, la misma que nos permite expresarnos y discernir el mundo a nuestra manera. Por ello, mi metodología llamada “método Astudillo”, ha proliferado y se ha desarrollado a lo largo de estos último 16 años para lograr a día de hoy una eficacia que se ajusta a todo tipo de pacientes y aprendices, sin tener en cuenta sus condiciones anatómicas, su demanda, su edad, su etnia…

 

Mi método posibilita alcanzar objetivos que, no sólo se dirigen hacia características sonoras y vocales femeninas, sino que nos permite alcanzar un equilibrio real y estable entre nuestra identidad, personalidad y expresividad.

 

Durante todos estos años de trabajo, de reflexión, de experiencia, de estudios, he podido observar repetitivos comportamientos, generalizados, basados la mayoría de las veces en clichés sobre lo que es una voz femenina, y que, desafortunadamente, van en contra del desarrollo y del entretenimiento de las peculiaridades vocales propias a una persona.

 

Por todo ello, a continuación proponemos una lista de las conductas vocales manifestadas con regularidad en las personas que acuden a mí con el objetivo de conseguir una armonía vocal. Unas conductas que me parece super importante describir con el objetivo de entenderlas, y por supuesto, esquivarlas.

 

1. La obsesión por los agudos

 

Una de las grandes preocupaciones de las personas que desean feminizar su discurso es ciertamente la conquista del agudo. Efectivamente, durante muchos años, el fantasma de una separación acústica binaria demasiado restringida que distinguía la voz femenina de la voz masculina ha causado daños en cuanto a la adoración del agudo.

 

Por esa razón, muchas personas piensan que para acentuar las características femeninas de una voz hay que desarrollar obligatoriamente los agudos. Esta idea no es del todo falsa, pero tampoco es del todo cierta. Cabe destacar que lo más importante no es el agudo, sino la melodía, y, en efecto, para poder lograr una melodía vocal femenina, es necesario desarrollar la extensión vocal, pero no sólo hacia los agudos. El trabajo de las notas graves y del registro de la voz de pecho es indispensable para el desarrollo y el enriquecimiento de la voz femenina.

 

De este modo, para las personas que desean feminizar su discurso, es esencial trabajar los agudos pero también engrandecer las sonoridades graves de su voz con el objetivo de ampliar una extensión vocal adaptada a una melodía natural. Muchas mujeres dialogan con notas graves pero no se aprecia ninguna masculinidad en su discurso. Ahí es donde está toda la magia de la feminidad: saber con exactitud cuáles son los elementos influenciadores a nivel acústico en la percepción de una voz.

 

Por ello, todos los profesionales de la voz como son los logopedas, los fonoaudiólogos, los coaches vocales especializados y otros especialistas, son necesarios para poder orientar a las personas que deseen feminizar su discurso con la finalidad de progresar de una manera estructurada y organizada hacia objetivos reales y fijados conforme a la demanda pero también en función de las capacidades y del potencial de cada persona.

 

2. La voz de la cabeza

 

Existen también muchos prejuicios en cuanto a la voz de cabeza, conocida como voz de falsete. Corresponde a una voz bastante caricatural, con poca naturalidad, con una consonancia acústica más infantil que femenina. Ciertas personas no comprenden el propósito de trabajar este registro vocal durante las sesiones que buscan enfatizar la feminidad hablada.

 

No obstante, lo que nosotros hacemos es entrenar una voz utilizando ejercicios de acentuación y exageración de los parámetros vocales con el objetivo de alcanzar una naturalidad previamente explorada en una esfera mucho más amplia. Así, la voz de cabeza es para mí uno de los elementos más importantes dentro del entrenamiento vocal. Y no lo considero así porque la persona vaya a acabar hablando utilizando únicamente la voz de cabeza, sino porque el trabajo de esta voz nos va a dejar ampliar la extensión vocal y garantizar una estabilidad y una constancia durante la producción del sonido.

 

Esta estabilidad y constancia estarán unidas no solo a la voz de cabeza, sino también a la voz de pecho. Todo esto es indispensable para poder alcanzar un discurso natural, dinámico y elástico, que permitirá una expresión natural pero también una expresión de sus emociones, cualesquiera que sean, y todo ello, en función de su propia personalidad. La voz es un componente maleable que dispone de tantos colores como un arcoÍris infinito en un mundo donde la percepción y el individuo son el centro de la ecuación.

 

Utilizamos habitualmente la voz de cabeza a diario, sobre todo en expresiones de sorpresa o alegría, pero también cuando ponemos en juego la tristeza y el enfado. A muchas de las personas que empiezan el entrenamiento vocal no les agrada la voz de cabeza ya que les resulta caricatural o artificial, sin embargo, es muy importante para alcanzar nuestros objetivos en cuanto a adquisición de características más femeninas durante el discurso.

 

En resumen, no hay que rebuscar la voz de cabeza para estancarse en ella sino que hay que buscarla para poder asociarla con una voz de pecho que permitirá alcanzar una voz natural.

 

Mariela lleva aplicando el método Astudillo desde hace más de 15 años.

 

3. La voz aireada

 

Las voces aireadas son frecuentemente asociadas a la seducción u otros elementos ligados a la intención, pero es importante comprender que si la voz se encuentra demasiado aireada, se pierde calidad vocal, elemento esencial para la percepción de características femeninas durante el discurso. Claramente hablando, cuanto más aire haya, menos sonido habrá. Cuanto más sonido haya, más clara será la resonancia, y si, además, la voz está bien situada en los resonadores, será mucho más femenina.

 

Es decir, cuanto más aire se deje pasar en la voz, más nos alejamos acústicamente de la feminidad. Es cierto que, como lo he mencionado anteriormente, la seducción vocal se alía frecuentemente a este tipo de voz aireada.

 

No obstante, hay que tener mucho cuidado con esto porque el gesto vocal puede volverse patológico. Cuando una voz aireada es patológica, hablamos de el reflejo de un gesto vocal defectuoso que necesita ser tratado y curado. Por lo tanto, si este exceso de aire se vuelve incontrolado e involuntario, es indispensable ser asesorado por un otorrino.

 

4. La voz susurrada

 

La voz susurrada no debe confundirse con la voz aireada. Desde un punto de vista profesional, el susurro es una dinámica vocal negativa para la laringe y por ello debe evitarse. Es más, no recomiendo hablar susurrando. La voz susurrada es una voz sin sonido, una voz hecha únicamente de aire.

 

Por lo que se suele utilizar solo de manera asidua y por supuesto, no puede ser caracterizada como femenina o masculina.

 

5. El volumen

 

El volumen es uno de los parámetros vocales más alterados a la hora de buscar la acentuación de la feminidad vocal. De este modo, la mayoría de mis aprendices y pacientes llegan a mi consulta virtual presentando un discurso alterado a nivel del volumen, es decir, intentan hablar con una intensidad casi inaudible con el fin de eliminar como sea las características masculinas de su voz hablada.

 

Sin embargo, debemos comprender que toda situación nos solicita un determinado volumen, y que dicho volumen no cambia en función de la feminidad o de la masculinidad, sino que se definirá según el mensaje, la emoción y el contexto. De esta manera, efectivamente trabajamos el volumen directamente con los agudos buscando la reducción de cualquier tensión, aun así el volumen siempre deberá adaptarse a las circunstancias y a las diferentes situaciones que vivimos en nuestro día a día.

 

6. El exceso de análisis

 

Pienso que a lo largo de toda mi carrera, este ha sido el elemento que más ha estorbado el entrenamiento vocal. Cuando se da el caso que las aprendices o pacientes quieren analizarlo todo, el lado más emocional y preceptivo de la práctica suele perderse. Efectivamente, es más complicado conseguir resultados rápida o eficazmente cuando se intenta analizar demasiado cualquier concepto o gesto.

 

Por supuesto, es importante comprender ciertos elementos y conceptos para avanzar bien en el entrenamiento vocal, pero el exceso de análisis solo puede aportar desmotivación, incomprensión, estrés, y por consiguiente, puede entorpecer el alcance natural hacia los objetivos fijados. Además, la gran parte de los movimientos que entrenamos durante las sesiones de feminización o armonización de la voz vienen de procesos automáticos que tarde o temprano acaban por salir de manera natural y el exceso de análisis puede ir en contra del desarrollo natural de estos movimientos.

 

Asimismo, ocurre con frecuencia que, cuando una paciente o aprendiz analiza mucho el movimiento que intenta realizar, acaba por bloquearse a nivel muscular e impide la realización del movimiento obstaculizando que se alcancen los objetivos buscados en el ejercicio.

 

Por ello, desaconsejo siempre el análisis excesivo, con el fin de dejar lugar a la percepción y la escucha, antes de intentar entender y controlar los movimientos, los cuales, finalmente, se volverán naturales automáticamente.

 

Es importante acudir a un profesional cualificado para trabajar la voz.

 

7. El cliché de la voz femenina

 

Suficientes aprendices y pacientes llegan a mi consulta virtual con una imagen mental de la voz femenina, según mi punto de vista, poco clara y hasta errónea. Esa imagen suele estar basada en clichés o estereotipos que no actúan a favor del entrenamiento vocal. Cabe destacar que, la finalidad no es imitar un modelo de voz definido por reglas binarias, sino más bien desarrollar un potencial vocal basado en la paciente o aprendiz a nivel expresivo, perceptivo y vocal.

 

Todos somos diferentes y es indispensable buscar nuestra verdadera voz en nuestro interior, aquella que nos corresponde pero sobre todo aquella que refleja quienes somos, en vez de basarnos en una copia o representación vocal (a veces demasiado cisgenerizada) la cual, en el fondo, se distancia demasiado de la persona que somos.

 

En Femivoz y con el método Astudillo, buscamos liberar esa imagen y ayudar a la aprendiz o paciente a ser consciente de su propio potencial vocal con el objetivo de poder desarrollarlo al máximo para así alcanzar nuestros objetivos vocales, expresivos y emocionales que serán exclusivos y personalizados.

 

8. La autocrítica no constructiva y la falta de objetividad

 

A veces mis aprendices o pacientes son demasiado duras o crueles con ellas mismas durante nuestras sesiones. Efectivamente, muchas de ellas practican lo que yo llamo la autoflagelación vocal, es decir, no ven el lado positivo dentro de la evolución de su trabajo y maltratan sus logros. Dicho de otro modo, es super importante ser objetivo y ser capaces de ver todo lo que ya hemos avanzado en vez de preocuparnos por lo que todavía nos queda por alcanzar.

 

Esto es muy frecuente, pero cuando la visión de las cosas cambia, la paciente o aprendiz se libera y los resultados se consiguen con más rapidez. La autocrítica es, por lo tanto, esencial pero debe ser mesurada, coherente y positiva. Una autocrítica excesiva y no constructiva puede llevar a la paciente a desmotivarse y, por consiguiente, a una cesación del entrenamiento vocal.

 

En estos casos, siempre me centro en motivar a las pacientes o aprendices dándoles las mejores pautas a seguir con el objetivo de positivar los resultados obtenidos para poder así avanzar de la mejor manera posible.

 

9. La aprobación del entorno

 

El entorno es uno de los elementos más importantes y desafortunadamente puede llegar a ser uno de los más crueles y negativos en la vida de mis pacientes o aprendices. Es más, muchas veces me hubiera encantado estar presente en reuniones familiares con el fin de ayudarlas en la aceptación de su nueva voz.

 

Muchas de ellas sufren comentarios negativos y poco constructivos por parte de su entorno, ya sea familiar o profesional. A veces, la familia es el elemento más delicado ya que, por ejemplo, cuando hay niños o una esposa, puede llegar a ser muy difícil para la aprendiz o paciente construir un nuevo rol en el núcleo familiar. Además, a nivel profesional y social, los comentarios negativos en cuanto a la evolución de la voz pueden llegar a desmotivar a la paciente.

 

No obstante, hay que entender que nuestro entorno más cercano son aquellas personas que van a percibir más rápidamente los cambios vocales, pero también serán las primeras en olvidar la voz anterior.

 

Al comienzo del entrenamiento, pueden surgir comentarios delicados o inadaptados por parte de ellos, pero estos suelen ser pasajeros y forman parte del periodo de transición vocal. Por eso, siempre animo a mis pacientes o aprendices a no quedarse calladas si se encuentran con este tipo de situaciones ya que, como lo he mencionado previamente, el entorno suele acostumbrarse a la nueva voz en tan sólo unos días. También pienso que el elemento más difícil es la figura materna.

 

En efecto, muchas de mis pacientes o aprendices tienen un bloqueo frente a sus madres, tienen la impresión de estar mintiéndoles o de ser unas “impostoras”. Es como si sintieran que sus madres no se van a acostumbrar al hecho de hablarles con una voz diferente.

 

Es verdad que algunas madres tienen dificultades para aceptar la transición (aunque según mi experiencia puedo decir que la mayoría de las madres acaban apoyando a sus hijas en su cambio vocal). Cada caso es diferente, pero para todos, mi consejo es el de creer y pensar en sí-mismo, avanzar hacia un objetivo definido y sobre todo estimar que nuestro entorno acabará por aceptar el cambio vocal. Y si no fuera el caso, lo que tenemos que hacer es amarnos y cuidarnos a nosotros mismos, solo tenemos una vida y todo.a.x.s tenemos derecho de vivir según nuestra propia percepción del mundo y según nuestros propios valores.

 

En conclusión, proporcionar características femeninas a un discurso implica no sólo corregir la voz a nivel tonal, ni siquiera de su prosodia, sino que implica muchos otros factores desde la emoción, el aspecto muscular, la fisiología, la anatomía, hasta la comprensión de ciertos conceptos esenciales para lograr resultados concretos y eficaces.

 

Por esta razón, es importante acudir a un profesional que esté cualificado en este campo para vigilar el avance pero sobre todo para respetar la salud de tu laringe. Algunos errores pueden parecer inofensivos para tu voz, pero con el tiempo pueden causar graves daños.

 

Por ello, es muy importante comprender que feminizar una voz o brindarle características más femeninas depende de una especialidad que, ya sea logopédica o ligada a un coaching vocal, deberá estar siempre asociada a un profesional que no sólo esté especializado en este campo, sino que también tenga muchos años de experiencia para eludir cualquier daño colateral en la laringe o en su anatomía en general. También es importante entender que si el especialista al que acudimos no tiene la suficiente experiencia o los conocimientos necesarios, puede que tenga que trabajar durante mucho tiempo sin conseguir resultados.

 

Recibo a diario en mi consulta virtual muchas pacientes que han llevado a cabo más de 30 sesiones sin ningún resultado. Por ello, para evitar errores como todos los mencionados anteriormente u otros mucho más graves, aconsejo que se acuda a profesionales experimentados y formados en la materia. Puedes intentar feminizar o aportar características femeninas a tu propio discurso sin acudir a un profesional, pero es muy probable que no alcances tus objetivos y que tu salud vocal se vea afectada.

*Tradotto con Google Translator. Preghiamo ci scusi per ogni imperfezione

Mariela Astudillo Ramírez
Logopedia-Foniatria

*Tradotto con Google Translator. Preghiamo ci scusi per ogni imperfezione

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