Perder el miedo a la terapia de pareja

La terapia de pareja es un espacio confidencial, en el cual se van a poder expresar sin enjuiciamientos morales y así se va a poder comprender qué ha sucedido en la relación para llegar al momento que está viviendo en la actualidad.

Antes de llegar a terapia, lo más habitual es que la pareja, o alguno de sus miembros, haya intentado llevar a cabo modificaciones en sus conductas, o lo que es aún más difícil, haya intentado modificar las conductas de su pareja. Cuando esto sucede, con frecuencia los resultados son escasos y puede conducir a la frustración y a plantearse lo inviable de la relación. Pues bien, se hace necesario aceptar que en ocasiones no podemos solucionar nosotros solos los problemas en la pareja. Por ello existen expertos en Psicología cuya formación y experiencia se pone al servicio de todos aquellos que lo necesiten.

Terapia de pareja para quererse mejor

Se trabaja en un entorno amable e imparcial, en el cual la pareja aprenderá a conocerse mejor para incidir en aquellas áreas que se hayan visto afectadas como la comunicación, cambios vitales, organización de las actividades, relación con las familias o gestión de los espacios individuales.

El objetivo de la terapia de pareja es que después de la evaluación del origen y mantenimiento de los problemas se pueda dotar a los pacientes de herramientas para poder mirar desde otro punto de vista más amplio la situación y así poder comenzar una nueva etapa en la que el autoconocimiento y la comprensión hacia la pareja vaya logrando que ambos miembros saquen sus propias conclusiones.

Estamos por tanto en un espacio de aprendizaje que pondrá en el horizonte alcanzar el bienestar emocional de ambos miembros.

¿Qué ejercicios se realizan en terapia de pareja?

En terapia de pareja se llevan a cabo actividades encaminadas a ejercitar habilidades para la solución de los distintos conflictos detectados:

• Terapia para problemas de comunicación: tras detectar los fallos en la comunicación se entrenará a los pacientes en asertividad (expresión adecuada de sentimientos, forma correcta de realizar la defensa de sus intereses, etc.) y se les ayudará a realizar una escucha empática de lo que expresa la otra parte. Para no caer en el error de la culpabilización excesiva o, por el contrario, la negación de cualquier tipo de responsabilidad, será necesario practicar ambas habilidades y hacer un uso compensado de ambas.
• Terapia de pareja para la rutina: se hará una evaluación de las actividades que lleva a cabo la pareja para detectar si es la causa del distanciamiento de la relación. De ser así habrá que realizar una búsqueda de actividades gratificantes conjuntas para permitir la entrada de aire fresco en la relación.
• Terapia para disminuir las discusiones: la observación y el registro de las virtudes del otro miembro suele llevar emparejado que disminuya la opinión negativa hacia el otro, cuando esto se realiza con ambos miembros de la pareja se creará una dinámica completamente diferente a la habitual, ya que el problema suele ser que solo prestan atención a los aspectos negativos, entrando en una confrontación continua.
• Terapia para trabajar la confianza: hay que hacer un análisis de los motivos que originan la desconfianza. Puede estar relacionada con acontecimientos de pasado o simplemente con alguna inseguridad de alguno de los miembros de la pareja. Una vez detectadas, es necesario delimitar bien las causas y trabajar sobre ellas.

¿Qué problemas trata la terapia de pareja?

• Problemas de comunicación: tener una capacidad de escucha comprensiva y respetuosa hacia la pareja, así como exponer de una forma adecuada los sentimientos propios se convierte en uno de los aspectos que, con más frecuencia se trabajan en la terapia de pareja. Aunque es fundamental, no siempre es algo que se haya realizado adecuadamente cuando la pareja llega a consulta.
• Problemas con los hijos: en la pareja con hijos es necesario encontrar un nexo común entre los criterios educativos que, a nivel individual, tuviera cada uno. Deberán generarse acuerdos entre ellos para responder a las demandas que la paternidad exige. Otro asunto que se suele tratar en terapia es la relación que se establece con los hijos que ya tuviera nuestra pareja en el momento de conocerla.
• Dependencia emocional: cuando uno de los miembros de la pareja depende excesivamente del otro se generan dinámicas en la pareja que conllevarán conflictos. Esta problemática se suele tratar en la terapia, trabajando con las dos partes, tanto la dependiente como la que ha asumido el rol protector.
• Terapia para superar la infidelidad: un alto porcentaje de parejas acuden a terapia por haber vivido una infidelidad en su relación. Siendo un reto difícil, se hace necesario recuperar la confianza en la pareja si se quiere continuar con la relación, no funcionando nunca las conductas de hipercontrol que, en un primer intento suele utilizar la parte engañada.
• Terapia para los problemas de convivencia: es necesario revisar si el reparto de tareas ha sido consensuado, aceptado y se está cumpliendo de forma adecuada por ambos miembros de la pareja. Cuando no es así, se generan conflictos y es una situación muy frecuente en consulta.
• Terapia para los problemas sexuales: es un área importante en las relaciones de pareja y si no tiene un adecuado funcionamiento será necesario tratar los problemas que hayan surgido para evitar que se siga deteriorando la relación sexual y, generalmente también, la expresión afectiva.
• Terapia para los problemas con las familias: no es extraño ver en consulta parejas que tienen conflictos con una o con las dos familias. Una comunicación adecuada del problema hará que la pareja tome consciencia y se puedan llevar a cabo soluciones.

Superar una infidelidad con terapia de pareja

A pesar de ser la infidelidad una de las principales causas de separación en la pareja, algunas consiguen superar el problema. La intervención terapeútica ayuda en varios sentidos:

• El proceso de perdón: se debería perdón de forma explícita, reconociendo el daño causado y poder llegar a sentir de verdad el dolor del otro.
• Recuperación de la confianza: se trabaja de forma conjunta para que esto se solucione. El control como única medida no funcionará, sino que se llegarán a acuerdos para que ambas partes sientan que están ayudando a recuperar la confianza.
• Pasar página: para evitar que vuelva a suceder hay que reconstruir la relación. Se llevará a cabo un compromiso por ambas partes para “dejar atrás el hecho”. Así, una vez debatido el tema y si ambas partes deciden continuar con la relación, tendrán que hacerlo sin caer en los continuos reproches que no permitirían la superación del problema.

En ocasiones la parte traicionada no es capaz de perdonar y puede llegar incluso a querer vengarse a través del maltrato psicológico al que es infiel, y éste puede asumirlo porque “cree que se lo merece” entrando así en un bucle dañino para ambos. Para evitarlo hay que hacer un trabajo de perdón genuino. Y si no se consigue, puede ser mejor solución la ruptura de la relación.

Resultados de la terapia de pareja: ¿qué porcentaje de éxito tiene?

Según los datos de la Asociación de Especialistas en Sexología, el porcentaje de éxito en las parejas que acuden a terapia estaría en torno al 70%, cifra que se incrementa si la pareja acude a consulta al detectar los primeros síntomas. Por otro lado, a parte de la mejoría en la relación como tal, acudir a una terapia de pareja también conlleva una mejora en la salud mental de los miembros por separado e incluso puede favorecer el desempeño laboral. En este ámbito el porcentaje de éxito se situaría en torno al 90%.

Otro aspecto importante es que el éxito de una terapia de pareja no se limita a la continuidad de la relación, sino que, puede ayudar a que la pareja acepte y afronte que la relación ha terminado, sin que se sufran tantos daños en el proceso.

En definitiva, la terapia de pareja ayuda al autoconocimiento personal en un 100% de los casos, siendo este otro éxito de la terapia, bien para la continuidad de la relación de pareja como para la evolución personal a título individual.