Ondas de choque: el tratamiento ideal para la disfunción eréctil
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¿Qué causa urológica se relaciona con la disfunción eréctil?
La disfunción sexual está formada por cuatro componentes: el deseo sexual, la erección peneana, la eyaculación y el orgasmo. La disfunción eréctil tiene origen neurológico o vascular, con lo cual está relacionado a cirugías previas como las prostatectomías, a la congestión pélvica, la ateroesclerosis, el síndrome metabólico e hiperplasia prostática, así como también se relaciona con el síndrome del tracto urinario inferior.
¿A qué edad puede producirse?
No existe una edad de aparición de la disfunción eréctil, sobre todo en cuanto a la dificultad para la erección, ya que se presenta indistintamente en pacientes de cualquier edad. Por este motivo, es importante acudir a un especialista para poder determinar cuál es la causa principal de esta afectación.
¿Cómo se trata la disfunción eréctil con ondas de choque?
El mecanismo principal por el que actúan las ondas de choque es la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tejido eréctil y la potenciación de la relajación del endotelio vascular. Se aplican en sesiones de 15 a 20 minutos, una vez por semana durante 4 semanas, desde la parte superior del pene hacia la zona del perine, lo cual beneficiará el riego vascular y la formación de nuevos vasos así como el tratamiento de la aterosclerosis para las disfunciones de origen vascular.
¿Cuál es la expectativa de resultado?
El objetivo del paciente con el tratamiento es el de mejorar la disfunción sexual, principalmente la disfunción eréctil de origen vascular, tanto en las relaciones sexuales, como en la respuesta de su pene durante la penetración, evitando las erecciones espontáneas.
¿Qué otros tipo de tratamiento se pueden ofrecer?
Debido al conocimiento cada vez más profundo de los mecanismos de la regeneración celular se ha estimulado la aparición de múltiples procedimientos diseñados para restablecer el metabolismo y la función de las células.
Entre estos procedimientos se encuentran las matrices biocompatibles, las cuales son capaces de autodegradarse y reabsorberse, además de contener factores de crecimiento como el plasma rico en plaquetas (PRP). Estos están estimulados de fibroblastos y procolágeno tipo I, que favorecen la proliferación celular y la neovascularización del tejido. Se trata de una técnica basada en la extracción de 54cc de sangre (6 tubos de 9cc) del paciente en ayunas, para mejorar la calidad del plasma. Posteriormente, los tubos se colocan en una centrifugadora, en pares enfrentados. Entonces, bajo condiciones de asepsia se extraen los tubos y el plasma en forma escalonada, aplicando a nivel de cuerpos cavernosos bajo anestesia.
