Los efectos del tabaco de liar y el cigarrillo electrónico

El tabaco de liar

El consumo de tabaco de liar ha ido aumentando en popularidad, en parte por su bajo precio así como por la extendida creencia en sus efectos menos nocivos para la salud respecto del cigarrillo convencional. Los hombres son más consumidores que las mujeres (19,8% vs 9,5% de las mujeres).  

Entre 1991 a 2012 el consumo de tabaco manufacturado bajó un 3% anual sin embargo el consumo de tabaco de liar ha ido aumentado un promedio de un 14% anual. Las predicciones hasta 2020 en España señalan que esta tendencia se mantendrá en el futuro más inmediato.

¿Es menos perjudicial el tabaco de liar?

Los estudios han evidenciado que el perfil del fumador de tabaco de liar es diferente que el consumidor de tabaco manufacturado. En el caso de los primeros bien es cierto que la cantidad de tabaco añadido es menor, pero aumenta el humo inhalado de una forma compensatoria. Fumar tabaco de liar incluso con filtro es igual de perjudicial en términos de toxicidad que el tabaco manufacturado.

Actualmente los consumidores de tabaco de liar son más jóvenes y con menos recursos económicos. El aumento progresivo del precio del tabaco ha incentivado al consumo de tabaco de liar. De esta manera se consume menos tabaco, pero desperdician menos el humo y lo inhalan en mayor cantidad. Fuman menos tabaco, pero es un consumo mas intensivo, hacen mas bocanadas, son mas profundas y por tanto absorben la misma o más cantidad de monóxido de carbono que con el tabaco manufacturado.

El 80% de los consumidores de tabaco de liar piensan que son menos dañinos. Se han comparado los agentes carcinógenos de ambos tipos de cigarrillo (manufacturado y de liar) y las muestras analizadas en orina y saliva muestran similares cantidades de agentes cancerígenos.

Del mismo modo también esta aumentado en popularidad el consumo de tabaco bajo en alquitrán, se venden y publicitan como menos dañinos. Los estudios muestran igualmente que en estos casos se fuma menos cantidad, pero no ofrecen menos nicotina y el número de sustancias cancerígenos es similar por lo que es poco probable que sean menos dañinos. Estudios epidemiológicos sugieren que no hay diferencias en el riesgo de cáncer de pulmón entre las personas que fuman cigarrillos light o ultra light en comparación con los cigarrillos normales.

Los cigarrillos electrónicos

Los cigarrillos electrónicos, también conocido como sistemas de administración de nicotina electrónicos, plumas de vapor y muchos otros términos, son dispositivos de pilas que calientan una solución de humectantes (generalmente propilenglicol o glicerina), nicotina (en la mayoría de los casos), y aromas (en muchos casos), para proporcionar un aerosol que se inhala por el usuario. Los consumidores alegan varias motivaciones para su consumo, incluyendo para ayudarles a dejar de fumar cigarrillos y permitirles continuar con nicotina en áreas donde está prohibido fumar.

¿Es recomendable el cigarrillo electrónico?

En 2015, la US Preventive Services Task Force concluyó en no recomendar cigarrillos electrónicos para dejar el tabaco en los adultos debido a la limitada evidencia disponible en el momento sobre su inocuidad. Hasta ahora, ningún ensayo clínico ha hecho una verdadera comparación directa de cigarrillos electrónicos con terapias estándar (es decir, parche de nicotina, goma de mascar o inhalador. En los EEUU tales estudios requieren que para poder hacer estos estudios debería aprobarse el cigarrillo electrónico como un fármaco en investigación. Si las empresas de cigarrillos no solicitan esta aprobación (como ha sido el caso hasta la fecha), este tipo de estudios va a ser difícil, si no imposible, llevar a cabo. Otro problema es que se trata de dispositivos de libre disposición y de regulación sanitaria por lo que esta fácil disponibilidad hace difícil un adecuado control médico.

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