La mayoría de contracturas musculares pueden prevenirse con buenos hábitos

Autore: Dra. Amalia Sánchez López
Pubblicato:
Editor: Patricia Pujante Crespo

“Si alguna vez te has llevado la mano al cuello o a la espalda por dolor, es posible que padezcas o hayas padecido una contractura muscular”.

 

Una contractura se describe como el tono elevado de un músculo en su totalidad. Este aumento del tono es una contracción involuntaria y mantenida en el tiempo. Si un musculo está sometido a un esfuerzo mantenido, postura incorrecta, tensión nerviosa, mal calentamiento o falta de estiramiento después de entrenar, las fibras musculares se acortan en longitud y tienen un menor aporte sanguíneo. Este déficit circulatorio, a su vez, hace que las fibras estén mal nutridas, creando así un círculo vicioso que mantiene la patología. En el caso de contractura moderada el dolor suele ser local, sin irradiar a ninguna otra zona corporal, y a la palpación existe un endurecimiento leve de la zona debido al acortamiento parcial de las fibras musculares.

 

Cuando los pacientes nos dicen que tienen contracturas en un músculo suelen referirse a los nódulos que se palpan superficialmente. Esos nódulos dolorosos que se encuentran en bandas tensas dentro del músculo son conocidos como puntos gatillos musculares

Mujer tocándose la parte alta de la espalda en actitud de dolor - contractura muscular - by Top Doctors
El 90% de las contracturas se deben a malos hábitos mantenidos en el tiempo

 

¿Existen colectivos más propensos a sufrir contracturas musculares?

Una contractura muscular se puede dar a cualquier edad. La prevalencia es mayor en los adultos jóvenes por encima de 20 años, ya que tienden a ser competitivos, realizar más deporte y/o soportar un gran carga tensional. Hay un llamativo aumento de casos de niños en edad escolar que terminan en consulta por contracturas en la zona cervical. Esto se produce debido a que pasan mucho tiempo con aparatos tecnológicos, o a una mala alimentación.

 

¿Qué tipos de contracturas musculares existen?

Las contracturas pueden clasificarse entre las originadas durante el esfuerzo físico o las que aparecen con posterioridad a este, y las residuales, que acompañan a otra lesión.

 

Las contracturas postraumáticas o defensivas se producen tras un impacto. Como respuesta al impacto, el cerebro activa la musculatura adyacente para proteger las estructuras sensibles. Ocasionan un dolor intenso pero se resuelven prácticamente solas después 48 o 72 horas. En este grupo encontraríamos las contracturas cervicales, por ejemplo.

 

Las contracturas posturales se producen de forma lenta y progresiva por malas posturas o malos gestos. No suelen dar mucho dolor, salvo cuando se asocian a otros músculos cercanos. Aquí estarían los típicos nudos en el cuello.

 

Los espasmos musculares o contracturas por hipotonía ocurren cuando el músculo está débil y estamos pidiéndole una contracción más fuerte. Es en ese momento cuando se produce una contractura para evitar la rotura de fibras, algo que suele ocurrir con la práctica deportiva.

 

Por otra parte, además de las contracturas típicas, el hecho de descuidar la salud bucodental puede originar contracturas musculares en cuello y espalda. El síndrome ocluso postural se caracteriza por contracturas musculares en el cuello y la espalda, así como dolores de cabeza durante el día. Estos síntomas están estrechamente relacionados con alteraciones en la posición  de los dientes, el tono de los músculos masticadores  y el cambio de posición de la articulación temporomandibular. Se estima que aproximadamente un 30% de la población puede padecer estos trastornos. Este síndrome es una disfunción postural. Los dientes desalineados provocan que se transmita un desequilibrio a la musculatura que rodea la boca y esta, a su vez, a las vértebras cervicales, columna vertebral, cadera e incluso, en ocasiones, pudiendo llegar hasta los pies.      

 

¿Cómo evitar y tratar las contracturas musculares?              

Lo mejor para tratar las contracturas musculares es prevenirlas, conociendo y poniendo en práctica hábitos saludables. El primer paso en la prevención es la adopción de buenas posturas, ya que el 90% de las contracturas se deben a malos hábitos mantenidos en el tiempo. Muchas personas están sentadas o paradas mucho tiempo, entre las cuales se debe a 8 horas o más por trabajo. En estos casos se recomendará hacer estiramientos cada hora, para prevenir contracturas en las zonas del cuerpo que más usan.

 

Otra forma de prevenirlas es realizar un adecuado calentamiento antes de la práctica deportiva y un descalentamiento posterior para volver a la situación previa, dando estiramiento y reposo a los músculos empleados en la misma.

 

Si ya se ha generado dolor y se produce una contractura porque los mecanismos de prevención del cuerpo han fallado, no queda más remedio que tratarla. Se recomienda aplicación de calor seco moderado en tiempos breves (unos 15 minutos) a lo largo del día, acompañados de estiramientos lentos, suaves y controlados. Si el dolor va a más, es crónico o va acompañado de una inflamación en la zona, se pueden recurrir a medidas farmacológicas, pero siempre bajo prescripción médica. Los fármacos utilizados son los antiinflamatorios y los relajantes musculares.

 

Los objetivos del tratamiento serán:

  • La relajación muscular, reduciendo la tensión y el dolor, que  se consigue a través de la masoterapia (masaje).
  • Inhibición-Compresión isquémica. Con ello se mejora el flujo sanguíneo local, ayudando a que el tejido sane.
  • Estiramientos de la musculatura afectada.
  • Kinesiotaping. Estabiliza músculos y articulaciones, mejorando la movilidad. Reduce la inflamación y produce efecto analgésico
  • Punción seca para desbloquear el punto gatillo.

 

¿Por qué se precisa una valoración por el médico rehabilitador en estos pacientes?

El médico rehabilitador es el especialista médico que se encarga del diagnóstico, evaluación, prevención y tratamiento de la incapacidad, encaminados a facilitar, mantener o devolver el mayor grado de capacidad funcional e independencia posibles. Se realiza una valoración global del paciente y se pauta el tratamiento de Fisioterapia más adecuado para que este pueda recobrar la independencia de movimientos.

*Tradotto con Google Translator. Preghiamo ci scusi per ogni imperfezione
Dra. Amalia Sánchez López

Dra. Amalia Sánchez López
Medicina Fisica e Riabilitazione

L'eccezionale Dr. Sánchez López si è laureato in Medicina e Chirurgia presso l'Università di Salamanca. Si è specializzata in Medicina Fisica e Riabilitazione presso l'Ospedale Fundación Jiménez Díaz ed è stata la fondatrice dell'Unità Apparato Locomotore dell'ospedale Rey Juan Carlos di Móstoles. Compatibile con questa formazione, è sub-specializzato in Foniatria, completando il Master in Foniatria all'Università di Siviglia. Ha anche conseguito un master in Patologia della voce presso l'Università di Alcalá de Henares e in Hearing Loss and Early Care, entrambi dell'Università di Alcalá de Henares.

Attualmente lavora come assistente medico nell'unità di foniatria del servizio di riabilitazione dell'Ospedale universitario generale Gregorio Marañón, dove tratta tutti i tipi di problemi di comunicazione in neonati prematuri, bambini e adulti, essendo detto ospedale di riferimento. È un medico di riferimento, essendo un membro della Società Spagnola di Foniatria.

Lei combina il suo lavoro con l'insegnamento, come professore di tirocini per studenti di medicina e medici residenti in formazione in Foniatria. Molti medici riabilitativi in Spagna scelgono la loro unità per imparare Foniatria.

A livello privato, lavora presso il Quirónsalud Talavera Day Hospital, dove fornisce una soluzione per tutti i tipi di dolori articolari e muscolari. Esegue tecniche interventistiche, quali l'applicazione di onde d'urto, l'infiltrazione analgesica analgesica e l'acido ialuronico.

*Tradotto con Google Translator. Preghiamo ci scusi per ogni imperfezione


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