La importancia de detectar a tiempo el glaucoma

En principio, a la población general hay que recomendarle que a partir de los 40 años haga revisiones oftalmológicas seriadas. Eso significa que si todo está bien, una vez al año deben hacer igualmente su visita de rigor para asegurarnos que todo funciona correctamente.

¿Por qué hablamos de hacer revisiones seriadas en una persona a la que no le molesta la vista?

Porque sabemos que el glaucoma es una enfermedad que no da síntomas hasta el final de la etapa de la enfermedad. Tenemos que cogerla a tiempo antes de que empiece a producir algún problema visual o de cualquier otro tipo. Cuando ya la enfermedad está muy avanzada los pacientes pueden notar pérdida de visión o visión borrosa, similar a una niebla, etc. Aunque a veces no lo asocian a una enfermedad importante de los ojos, sino que creen que es un problema que se solucionará yendo a la óptica a arreglar las gafas.

Entonces sucede que se va dejando y cuando finalmente van a la óptica o al oftalmólogo, siempre llegamos tarde. El glaucoma si se diagnostica cuando ya da síntomas, estamos llegando tarde, hay que cogerlo antes.

En los últimos años, sin embargo, ha mejorado muchísimo la capacidad que tenemos de diagnosticar un glaucoma pronto, antes de que dé síntomas. Si bien es verdad que muchas veces solo mirando el nervio óptico ya puedes sospechar que allí hay algún daño, cada vez tenemos máquinas que nos ayudan a diagnosticar antes este daño. Hay veces que hay daños realmente muy pequeños que son difíciles de ver a simple vista, pero que con escáneres de nervio de alta resolución o distintas pruebas en las que nos apoyamos, pueden ayudarnos a diagnosticarlas muy pronto, incluso antes de que las podamos ver nosotros. Entonces podremos poner un tratamiento preventivo para que eso no vaya a más.