Estrés, ansiedad, miedo y angustia: ¿es todo lo mismo?
Autore:A la hora de analizar el estrés es importante diferenciarle de conceptos que le son cercanos, aunque diferentes, como la ansiedad, el miedo y la angustia, ya que las características de estos tres estados son diferentes (Sierra, Ortega y Zubeidat, 2003):
- El miedo: el estado de malestar es característico, ya que se genera en el individuo ante la presencia de estímulos concretos.
- La ansiedad: al igual que el miedo genera en el individuo malestar, pero es un malestar subjetivo, generado por la anticipación que el individuo hace de situaciones indeseadas.
- La angustia: se genera como consecuencia de una intensa convicción de sentirse amenazado, que a su vez conlleva la presencia de sintomatología ansiosa, en ocasiones, sumamente incapacitante. Tanto en el miedo como en la ansiedad las manifestaciones comportamentales (evitación o aislamiento), de pensamiento (“esto no lo puedo soportar”, “va a ser insoportable”), emocionales (terror, tristeza, desesperanza) y fisiológicas (taquicardia, excesiva sudoración, tensión muscular) pueden ser similares en un individuo.
¿Qué es el estrés?
La Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) define el estrés como "el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción". El estrés es, por tanto, la respuesta que el organismo tiene ante cada una de las situaciones que el individuo experimenta. Los estresares, del entorno y del propio sujeto, hacen que se genere una respuesta fisiológica y comportamental. Cuando dicha respuesta es inadecuada, es cuando la persona empieza a sufrir consecuencias lesivas de su nivel de estrés.
Síntomas del estrés
La Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-10 (OMS, 1992) señala como síntomas vinculados al estrés:
- bajo estado de ánimo
- depresión y ansiedad
- dolores de cabeza
- insomnio
- disfunción sexual
- palpitaciones
- diarrea o estreñimiento
Todas estas alteraciones dificultan en gran medida la calidad de vida de la persona que las sufre, tanto en el ámbito personal como social y laboral.
Tratamiento del estrés
El estrés puede afectar a todos los ámbitos del funcionamiento personal; influye en la conducta, en las emociones, en los pensamientos y en el funcionamiento fisiológico. Esta circunstancia hace que el tratamiento del estrés deba de ser especialmente personalizado, de tal forma que en cada persona se han de tratar aquellas áreas de su funcionamiento personal que se han visto alteradas.
Afortunadamente el estrés tiene un buen tratamiento, el cual se realiza generalmente en un corto periodo de tiempo.
Los especialistas en Psicología suelen abordar este estado de tensión física y emocional a través del Tratamiento psicológico cognitivo-conductual, ya que este tipo de terapia cuenta con los mayores niveles de eficacia, pues dispone de un importante número de técnicas terapéuticas (González-García y López-Menéndez, 1999; Labrador, 1996).
Bibliografía
- González-García, J. L. y López-Menéndez, L. A. (1999): Sentirte bien está en tus manos. Manual de autoayuda para superar los estados de ansiedad, depresión y estrés, basado en estrategias congnitivo-conductuales. Ed. Sal Terrae.
- Labrador, F. J. (1996): Es estrés. Ed. Planeta. OMS (1992): CIE-10. Décima revisión de la clasificación internacional de las enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Descripción clínicas y pautas para el diagnóstico, Madrid. Ed. Méditor.
- Sierra, J. C.; Ortega, V. y Zubeidat, I: (2003): Ansiedad, angustia y estrés: tres conceptos a diferenciar. Revista Mal-Estar e Subjetividade / Fortaleza, 3 (1): 10 – 59.
