¿Es factible la reversión de la vasectomía?

Con frecuencia ocurre que cuando leemos un libro o queremos saber la cualificación de un profesional, nos preguntamos: quién es esa persona y porqué debo hacerle caso. En este artículo trataré de responder a esa cuestión desde mi experiencia.

Durante mis primeros años de ejercicio, estando en un congreso en América, me encontré con un libro titulado Microcirugía, escrito por Sherman Silber, que ha sido uno de los pioneros de la microcirugía y el creador de prácticamente toda la microcirugía de la infertilidad. Ese libro me resultó fascinante, tanto es así que me permitió tomar una serie de ideas con las que pude hacer la tesis doctoral, para lo cual pasé muchas horas durante cinco años trabajando en un laboratorio de microcirugía, de donde salieron una serie de publicaciones, gracias a las cuales pude optar a una plaza de Profesor Titular de Universidad.

Desde esas fechas, la microcirugía ha sido uno de mis campos preferentes en la especialidad y la reversión de vasectomía en sus distintas modalidades, se ha convertido en una práctica rutinaria que realizamos en pacientes que vienen desde toda España. Asimismo, nos mantenemos en contacto con instituciones de referencia, en especial con el Centro de Reversión de Vasectomía en Arizona, que dirige el Dr. Sheldon Marks.

¿Cuál es el perfil de los pacientes que suelen recurrir a una reversión de vasectomía?

La mayoría de los pacientes que vienen para una reversión es porque se han separado y tienen una nueva esposa. En mucha menor proporción es porque ha muerto alguien o quieren tener un nuevo hijo con la misma mujer. Es muy importante valorar a la esposa para garantizar que es fértil y sobre todo que no tenga una edad maternal elevada que contraindique la intervención.

La fertilización in vitro ha sido uno de los grandes milagros de la medicina, ya que hasta hace muy poco la infertilidad en el varón, muy a menudo era un asunto desalentador tanto para el paciente como para el médico, porque eran muy pocos los que tenían solución.

Sin embargo, en el caso de la vasectomía, la reversión es la técnica ideal, especialmente en el caso de esposas jóvenes sin historia de obstrucción tubárica que pudiera requerir una reproducción asistida.

El éxito de la intervención se logra en cirujanos expertos. En los buenos resultados de la operación intervienen otros factores tales como la edad de la esposa, el estado ovulatorio, el peso, la salud del varón, el tabaco o si se ha tratado previamente con testosterona, entre otros.

¿Cuánto hay que esperar para ver los resultados?

El embarazo no suele ser inmediato, sino que fácilmente hay que esperar unos meses, porque el recuento y la movilidad de los espermatozoides va progresivamente mejorando hasta alcanzar el nivel suficiente. De todas formas, la calidad del líquido seminal suele ir aumentando hasta transcurridos dos años de la intervención.

Los buenos resultados dependen de la habilidad del cirujano y la destreza con el microscopio operatorio debe aprenderse y practicarse en el laboratorio y no con el paciente, que confía en nosotros para que le proporcionemos una asistencia de la máxima calidad. El problema es que estas habilidades están por encima del alcance de los conocimientos que se adquieren durante la formación del urólogo.

Por ello, es imprescindible un adiestramiento extra más allá de lo que normalmente incluye la residencia en esta especialidad y que no se consigue simplemente haciendo un curso de unos días. El gran inconveniente es que estas habilidades son perecederas, por lo que deben mantenerse con una intensa actividad clínica, o si no, hay que ir periódicamente al laboratorio para recuperar esas facultades.

La reversión de vasectomía no consiste en ofrecerle al paciente unos “buenos resultados” sino que debemos ofrecerle las máximas posibilidades de tener sus propios hijos genéticos, porque no hay nada más devastador que una reversión fracasada. A pesar de todo, aún hay muchos urólogos que todavía la realizan con unas simples gafas lupa, que tienen dos o tres aumentos y no con un microscopio operatorio que tiene entre 25 y 40. Por eso mismo, no puedo imaginar a un cirujano cardiovascular o a un oncólogo que ofrezcan a sus pacientes unos resultados que no sean los mejores posibles.