El temblor: ¿cómo tratar esta patología?

El temblor es el trastorno del movimiento más común y puede ser altamente incapacitante. La tecnología actual ha dado una oportunidad para nuevas aproximaciones, nuevos procedimientos quirúrgicos e innovaciones farmacológicas, lo cual es prometedor para el tratamiento del temblor. No obstante, a día de hoy los especialistas en Neurología destacan que esta patología sigue teniendo un diagnostico básicamente clínico, al que añadir exploraciones complementarias (TAC o Resonancia Nuclear Magnética) solo en los casos en los que las características clínicas no sean claras. Además, la realización de un DAT Scan puede ayudar a diferenciar un temblor parkinsoniano atípico o complejo, de otro tipo de temblor.

 

Tratamiento y fármacos para el temblor

Todos los tratamientos van encaminados a disminuir en la medida de lo posible la presencia del temblor, ya que no existe un tratamiento curativo. Cuanto más se acote el diagnóstico médico, más eficiente será el tratamiento.

Los principales fármacos utilizados, dentro de una amplia lista, son: el Propanolol (agente betabloqueante) y la Primidona (que metaboliza con un barbitúrico). Ambos tienen efectos beneficiosos pero también pueden desarrollar efectos secundarios que el paciente debe conocer y valorar.

En caso de fracaso terapéutico farmacológico, desde hace años se utilizan tratamientos quirúrgicos como, la estimulación cerebral profunda (ECP). Consiste en modificar la acción del núcleo ventral intermedio del tálamo a través de una estimulación eléctrica por un microelectrodo introducido hasta dicho lugar, o la lesión del mismo núcleo mediante la aplicación de ultrasonidos (HIFU), que evita la manipulación directa sobre el cráneo y el cerebro.