Dos años después: ¿cuáles han sido los efectos psicológicos de la pandemia?
Autore:Es difícil valorar los efectos psicológicos de la pandemia, será necesario esperar un tiempo para poder valorar sus consecuencias. Todo apunta a que a nivel psicológico aún estamos transitando la pandemia, a nivel emocional, determinados procesos conllevan tiempos más lentos. Hemos encadenado una ola tras otra y no tenemos certezas sobre cuál será la última, lo cual no facilita cerrar esta etapa, seguimos en alerta, aunque un poco más relajados, quizá agotados.
Dicho esto, sí que podemos evaluar con cautela su efecto hasta el día de hoy. Las manifestaciones psicológicas a consecuencia de la COVID-19 son variadas, tanto en sintomatología como en intensidad, más teniendo en cuenta que ha afectado y afecta diversas áreas de nuestras vidas, por ejemplo: relaciones familiares y de pareja, aspectos laborales, económicos, sociales y/o psicológicos.
En mi trabajo diario me he encontrado con un número significativo de casos en los cuales se han exacerbado los síntomas de patologías ya presentes y que antes de la pandemia no hubiesen requerido de la intervención de un profesional, ya que no resultaban incapacitantes o no generaban un sufrimiento significativo, asimismo han aparecido síntomas variados en personas sin antecedentes de problemas psicológicos.
Estos síntomas, principalmente asociados a la ansiedad, oscilan desde Trastornos de Ansiedad Generalizada, estrés, Trastorno Obsesivo Compulsivo a Fobias Específicas (agorafobia, hipocondría, misofobia, etc.). Sin olvidar las consecuencias subclínicas, especialmente en niños, adolescentes, relaciones de pareja o familiares.
¿Ha sido el confinamiento de la primavera de 2020 el peor momento a nivel mental?
Probablemente la primavera de 2020 marcó un antes y un después en nuestras vidas, puso en primer plano aspectos muy profundos: la fragilidad de la vida, el valor de la libertad, las debilidades del sistema, etc.
Pero no ha sido menos exigente a nivel psicológico el recurrente retorno al punto de partida tras cada ola, ese volver a la incertidumbre, miedo y cansancio. Las “réplicas” han sido menos impactantes en cuanto a que apenas aportaban novedad, pero más desgastantes en tanto se acumulaba el cansancio y desgaste.
¿Cómo han afectado las medidas de aislamiento? (toque de queda, limitación de reuniones, reducción de la movilidad al no poder abandonar la ciudad/CCAA)
Las medidas de aislamiento en adultos han supuesto en la mayoría de casos un sobreesfuerzo en ciertas actividades cotidianas y una renuncia en otras. El teletrabajo, las relaciones sociales, el cuidado de personas dependientes, rutinas, aficiones… Todo se ha visto alterado de algún modo.
El caso de los niños y adolescentes es un tema más complejo, ya que probablemente han sido los mayores damnificados por el confinamiento, teniendo en cuenta la importancia de la socialización en estas etapas evolutivas.
¿Existe algún evento reciente de nuestra historia con efectos similares sobre la población?
No creo que hayamos vivido nada parecido en el último siglo. En España hemos vivido una Guerra Civil, una de las experiencias más traumáticas para una nación, pero con consecuencias muy diferentes, debido entre otras causas a la “forma” de cada evento, ya que una guerra se asocia a: violencia, asesinatos, venganza, poder, etc.
No debemos olvidar que un aspecto crucial de este tipo de crisis es cómo se gestionan sus consecuencias. Es un aspecto fundamental reparar y respetar el proceso tras un hito de tal magnitud.
Si desea más información, consulte con un especialista en Psicología.
