Descubre qué daños ocasiona el tabaco en tu piel

Cada año mueren más de 5 millones de personas en todo el mundo por causa del tabaco. La mitad de las personas que fuman mueren a causa de una enfermedad relacionada con este hábito, pero además se calcula que los fumadores viven de media unos 10 o 15 años menos que los no fumadores.

Fumar provoca cáncer, enfermedades cardíacas y respiratorias y en la mujer problemas relacionados con el aparato reproductor, por citar solo algunas consecuencias.

¿El tabaco puede causar cáncer de piel?

El tabaco puede provocar cáncer de piel tipo no melanoma, en concreto, el carcinoma epidermoide. A lo largo de los últimos años son varios los estudios que se han publicado que muestran los efectos del tabaco sobre la salud y, en concreto, sobre la piel. De hecho, hay el doble de pacientes fumadores que no fumadores que padecen esta enfermedad, ya que cuanto más se fume mayor riesgo existirá.

Pero además, el tabaco también está relacionado con otros tipos de cáncer, como el de lengua, paladar o labio, sin olvidar que incrementa el riesgo de sufrir metástasis. Además de incrementar el riesgo a padecer cáncer, el tabaco también puede ocasionar eccema crónico en las manos, la psoriasis o la hidradenitis supurativa.

¿Cómo afecta el tabaco a tu piel?

• Luminosidad. El tabaco y otras sustancias que acompañan a los cigarrillos, como el humo, provocan que la piel se apague y pierda luminosidad.
• Arrugas. El tabaco acelera el proceso de envejecimiento. Las líneas de expresión se marcan más en el contorno de los ojos y en el labio superior.
• Dedos. El tabaco también afecta a otras zonas que están en contacto con el cigarrillo como los dedos y las uñas, dejándolas amarillentas.
• Pigmentación. El tabaco puede llegar a cambiar el color de la piel. De hecho, es habitual que aparezcan manchas amarillentas en los dedos con los que se sujeta el cigarrillo.
• Sequedad. El tabaco provoca que la piel esté más seca de lo habitual.
• Deshidratación. Siguiendo la línea del punto anterior, otro de los efectos del tabaco es la falta de hidratación de la piel. Debido a que no se consigue una oxigenación adecuada, las células y los tejidos sufren. Una de las consecuencias es la deshidratación.
• Cicatrización. El tabaco dificulta una correcta cicatrización de las heridas, ya que el humo perjudica la oxigenación de los tejidos. Por lo tanto, las heridas de la piel tardan más en curar.
• Úlceras. Los pacientes que sufren úlceras crónicas, especialmente en los miembros inferiores, ven cómo su cicatrización es mucho más lenta o incluso no se produce. Si esto ocurre puede ocasionar diferentes problemas de salud.

Se calcula que el tabaco está compuesto por unas 300 sustancias cuentan con un gran potencial cancerígeno y que perjudican en gran manera a la piel. Por eso, si tienes este mal hábito trata de dejarlo cuanto antes porque tu salud y tu piel te lo agradecerán.