Cómo tratar la dermatitis atópica en niños
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¿Cuáles son las causas de la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria de la piel. Podemos decir que es la enfermedad de la piel más frecuente en los niños (un 20% padecen DA en nuestro medio).
Hay factores genéticos que predisponen a tenerla, de hecho, si uno de los papás la padece, el bebé tendrá un 40% de probabilidad de sufrirla; si son los dos papás los afectados, esta probabilidad es de más de 80%.
Para entender lo que es la DA debemos imaginar que nuestra piel es como una pared que nos protege del exterior, es una verdadera barrera. Los ladrillos serían las células de la piel, y si son de muy mala calidad y no aíslan de forma adecuada, permitiendo que se pierda agua (piel más seca) y penetren sustancias, se producirá una inflamación (dermatitis). Estas sustancias pueden ser alérgenos, irritantes o microorganismos.
¿Cómo diagnosticar la dermatitis atópica?
La DA se diagnostica clínicamente, por lo que suelen ser necesarias pruebas específicas (analítica, biopsia, pruebas de alergia…)
Esta enfermedad es muy sencilla de diagnosticar para los dermatólogos. La característica principal es que el picor siempre está presente. Pero hay que tener cuidado porque muchas veces se sobrediagnostican los niños, debemos insistir que no todo lo que es rojo y pica es DA.
Hay una serie de criterios clínicos que deben cumplirse para poder hacer este diagnóstico, es importante para marcar las decisiones del tratamiento y los a seguir.
¿Cómo se trata?
Una vez que hemos comprendido las 2 causas de la DA: la alteración de la barrera e inflamación por el estímulo del sistema inmune, es fácil adivinar el tratamiento.
Primero, hay que tratar la inflamación con fármacos antiinflamatorios (corticoides, inmunomoduladores).
Segundo, reparar la barrera mediante el uso de emolientes (cremas, emulsiones, leches…) , especialmente formulados para este fin.
Tercero, la higiene debe ser diaria con jabones sin detergente (syndet) que no alteren más aún la barrera cutánea.
Afortunadamente, las formas más graves tienen nuevos tratamientos que mejoraran la calidad de vida de nuestras familias.
¿Hay que preocuparse si no desaparece?
En general, la DA del lactante suele mejorar a medida que el niño se hace mayor. Se sabe que 8 de cada 10 niños a dejaran de tener brotes antes de la pubertad. Si no desaparece, no hay que desesperar.
Debemos mantener los cuidados y el tratamiento de los brotes. En caso de que persista debemos ponernos en manos de un dermatólogo, pues existen pautas de tratamiento sintomático y preventivo de los mismos.
Nunca se deben olvidar los cuidados (hidratación e higiene), pero es muy importante que su dermatólogo valore la gravedad para poder elegir los tratamientos adecuados, de los que, afortunadamente, hoy disponemos y conocemos en profundidad.