¿Cómo se detectan las hemorroides?
Autore:Las hemorroides son el motivo de consulta más frecuente en la consulta de Coloproctología, se calcula que más del 50% de la población con edades por encima de 50 años, tendrá algún síntoma hemorroidal en algún momento de su vida.
La presencia de hemorroides la sospechamos cuando vemos sangre en el papel higiénico o en el WC con las deposiciones, también pueden dar picor/escozor. Otras veces, se presentan de forma aguda, en forma de bulto doloroso de reciente aparición en el ano (habitualmente a consecuencia de un esfuerzo defecatorio), situación que con el tratamiento adecuado, se soluciona en pocos días.
También pueden ser silentes, y evidenciarse solo desde el punto de vista estético, al notarse el paciente unas “pieles exuberantes” perianales.
Diferencias entre una hemorroide y un nódulo
Con la palabra nódulo, se pueden incluir muchas afecciones perianales (abscesos, quistes...etc.), incluidas las propias hemorroides. Significa una lesión redondeada, no siempre dolorosa perianal. Lo mejor, ante la aparición de un nódulo se deberá consultar con un proctólogo.
Tipos de hemorroides y maneras de distinguirlas
Las hemorroides las clasificamos en dos tipos: internas cuando se encuentran dentro del canal anal y externas, cuando se localizan en la superficie.
Formas de tratamiento para las hemorroides
Durante la crisis aguda:
- Baños de asiento en agua tibia varias veces al día, durante mínimo 10 minutos.
- Medicación específica que le pautará su médico de cabecera/cirujano coloproctólogo.
- Ingesta abundante de fibra y beber mucho agua para facilitar la deposición. En ocasiones se pautará un laxante suave o lubricante intestinal.
¿Cómo se previene su reaparición?
Para prevenir que vuelvan a molestar: Es necesario un cambio en los hábitos de alimentación. Es fundamental evitar el estreñimiento:
- Aumentar la cantidad de fibra en las comidas (frutas frescas, verduras, pan, cereales...).
- Beber líquidos: de 2 a 3 litros al día (zumos, sopas, evitar alcohol, alimentos picantes).
- Realizar algo de ejercicio diariamente.
¿En qué casos es necesario recurrir a la cirugía?
La cirugía la aconsejamos en aquellas hemorroides que
- Presentan sangrado frecuente, con riesgo de anemia.
- Crisis de inflamación/dolor frecuentes que interfieren con la vida personal/laboral/familiar del paciente.
- Cuando son muy grandes que molestan al paciente y no permiten una correcta higiene.
El tipo de cirugía dependerá de las características de las hemorroides y del paciente y se valorará una vez explorado el/la paciente.
Actualmente las opciones quirúrgicas son amplias, oscilando desde las técnicas mínimamente invasivas como son el banding hemorroidal indicado en hemorroides grado 2-3, técnicas con láser, técnicas con infrarrojos +/- pexia, técnicas de hemorroidopexia con doppler (técnica HAL/RAR trilogy) hasta la clásica técnica de hemorroidectomía de Milligan Morgan.
¿Pueden reaparecer las hemorroides?
En las técnicas mínimamente invasivas, existe un pequeño porcentaje de recidivas, dado que son técnicas que se basan en “no eliminar” el tejido hemorroidal y por eso son menos agresivas y poco molestas en el postoperatorio. Pero entonces, es fundamental que el paciente siga estrictamente las indicaciones médicas.
En el caso de las otras técnicas, como es el hemorroidectomia clásica, se extirpa el tejido hemorroidal, por lo tanto la hemorroide extirpada no se reproduce. Si hay molestias, es que por alguna razón le ha salido otra hemorroide.