¿Cómo afecta la Navidad a las personas con trastornos alimenticios?

Entendamos que la Navidad es una época del año donde todo gira en torno a la alimentación. Nos reunimos con familiares y amigos para comer y celebrar. Por este motivo, este tipo de situaciones resultan incómodas para aquellos que padecen alguna patología TCA (anorexia, bulimia o trastorno por atracón, entre otros), ya que se exponen a personas con las que no están acostumbrados a convivir y a alimentos que habitualmente no comen.

Puede aparecer miedo, ansiedad, ante lo que los demás puedan pensar, a que los demás los miren mientras comen, a que los otros opinen sobre lo que come o no, a una mayor exposición en general y, por tanto, mayor vulnerabilidad. 

¿Cómo pueden ayudar los familiares y amigos?

En la medida de lo posible deberían evitar comentarios acerca de la comida, del aspecto físico de la persona y de lo que supone para él/ella esta situación. También sería importante servirle la comida dosificada en un plato, con variedad, pero sin caer en los excesos ni en los déficits de alimentos.

Siempre es importante el acompañamiento de un familiar y/o amigo para que se eviten conductas compensatorias tales como el vómito. Así como acudir a un especialista en Psicología para tratar los trastornos alimenticios.

¿Qué consecuencias negativas existen tras la época navideña?

Principalmente, las consecuencias una vez pasada la Navidad en las conductas compensatorias en la bulimia y la anorexia son el uso de laxantes, exceso de ejercicio, vómitos, ayuno de manera prolongada...

En el caso del trastorno por atracón también aparecería sentimiento de pérdida de control sobre la ingesta, malestar y culpabilidad.