Bruxismo, el problema bucodental más frecuente

El bruxismo se define como la acción involuntaria de apretar o rechinar los dientes sin ningún propósito funcional. Este acto involuntario se puede producir en cualquier momento del día, pero habitualmente suele ocurrir de noche. Se estima que entre hasta un 20% de la población mundial sufre de bruxismo.

¿Qué tipos de bruxismo hay?

Según la forma en la que se presenta el bruxismo, existen dos tipos distintos:

• Bruxismo de apretamiento: se produce cuando los músculos de la masticación se contraen al apretar los dientes y al no haber deslizamiento entre dientes no hay tan desgaste.
• Bruxismo de rechinamiento o frotamiento: se produce una fricción de los dientes al contraer y relajar los músculos de la masticación con un gran desgaste dental.

Según el momento del día en que se produce el bruxismo, existen dos tipos más:

• Bruxismo diurno o de vigilia: se produce cuando se aprietan los dientes inconscientemente estando despierto durante el día. Se suele manifestar con otro tipo de hábitos como apretar los labios o morderse las uñas.
• Bruxismo nocturno o del sueño: se produce cuando se aprietan los dientes inconscientemente durante las horas de sueño. Se suelen relacionar con las apneas de sueño o el síndrome de apnea obstructiva crónica. Este tipo de bruxismo provoca dolor dental, articular y muscular.

¿Qué causa el bruxismo?

El bruxismo suele estar causado por un estado de ansiedad, pero también puede tener una causa genética o generado por otro tipo de enfermedades.

• Factores psicológicos: ansiedad, estrés, nervios, frustración, etc., pero también se puede deber a otros desencadenantes, como por ejemplo el tipo de personalidad, que también puede influir en la frecuencia de esa patología.
• Factores hereditarios: el bruxismo puede tener un origen genético y puede ser compartido entre diferentes miembros de la familia.
• Factores de edad: el bruxismo puede afectar a cualquier persona, sobre todo en niños, adolescentes y en gente de mediana edad. Cuando se produce en niños puede tener una causa fisiológica, relacionada con la estimulación y el desarrollo normal de la cara, boca y dentición. Suele desaparecer a medida que aparecen los dientes definitivos. También, puede estar relacionado con estados de ansiedad, nerviosismo o estrés de infancia.

Aún estas causas, también existen otros problemas bucodentales que pueden producir el bruxismo. La maloclusión puede ser otro factor que causa el bruxismo, igual que otros problemas como por ejemplo alergias, demencia, Parkinson, epilepsia, terrores nocturnos o la hiperactividad.

De la misma manera, hay algunos medicamentos psiquiátricos como los antidepresivos u otras sustancias estimulantes como el tabaco o el consumo de ciertos tipos de drogas que pueden favorecer al desarrollo del bruxismo.

¿Cómo saber si tengo bruxismo?

A veces, es bastante difícil detectar el bruxismo, sobre todo cuando se produce por la noche. Al ser un acto involuntario, uno no es consciente que lo realiza hasta que alguien no se lo dice o las consecuencias empiezan a ser notables a simple vista. La manera más fácil de diagnosticarlo es visitando al dentista y mantener un seguimiento, ya que podrá detectarlo solo con una exploración.

Síntomas y consecuencias del bruxismo

En los casos más graves de bruxismo puede tener consecuencias como desgastes, dolores musculares, sensibilidad dental, roturas, dolores de mandíbula o de cabeza e incluso trastornos del sueño.

• Desgaste de los dientes: se produce atrición dental, es decir, el deterioro de las superficies dentales debido al contacto entre ellas. Esto puede acabar provocando fracturas dentales o afectaciones hasta en el nervio.
• Sensibilidad dental: deterioro del esmalte, la capa protectora de los dientes. Eso puede provocar sensibilidad en los dientes e incluso dolor.
• Trastornos del sueño: los pacientes que roncan, tienen insomnio o apneas del sueño pueden ser más propenso a desarrollar bruxismo.
• Disfunción temporomandibular: despertarse con dolor mandibular, de cuello, cabeza u oído son señales de generar bruxismo involuntario. Estos movimientos involuntarios pueden sobrecargar la articulación temporomandibular, que es la articulación situada en cada lado de la mandíbula que nos permite hablar y masticar. Esto, a largo plazo, puede producir una disfunción de esta articulación generando contracturas, sobrecargas y lesiones.

¿Cómo tratar el bruxismo?

Primero de todo, hay que tener en cuenta que el problema puede desaparecer por sí solo. Pero hay otros casos que el bruxismo puede ser crónico u hay que tratar de recuperar la correcta oclusión.

• Tratamiento de ortodoncia: a veces el rechinamiento de dientes se puede producir por una mala forma en la mordida a la hora de abrir y cerrar la boca. Cuando eso pasa, es necesario realizar un tratamiento de ortodoncia para recuperar la oclusión y evitar el rechinamiento.
• Férulas de descarga: el protector bucal es útil para disminuir los efectos del bruxismo. Se trata de un dispositivo de plástico o resina que se coloca entre los dientes para proteger los dientes y las articulaciones temporomandibulares. Este tratamiento sirve para proteger, pero no eliminará sus causas. El paciente la puede utilizar durante el día, la noche o ambas, dependiendo de la intensidad de bruxismo que se tenga
• Fisioterapia: hacer sesiones de fisioterapia de boca, cabeza y cuello ayudará a descontracturar y relajar los músculos masticatorios. Así, podremos disminuir el cansancio muscular y el dolor de cabeza.
• Reparación de dientes desgastados: si el bruxismo ha provocado un desgaste grave de los dientes, desde la Odontología se puede remodelar las superficies de masticación de los dientes.
• Medicación: para tratar el bruxismo no se suele recurrir a la medicación, pero se podrían usar relajantes musculares o medicamentos contra la ansiedad o el estrés. En algunas ocasiones incluso se puede aconsejar la inyección de Bótox en los músculos de masticación para controlar su desarrollo.
• Técnicas de relajación: los factores psicológicos como el estrés y la ansiedad ante el desarrollo del bruxismo suelen ser los más frecuentes. Es por ello que se recomienda evitar los estresores vitales y hacer ejercicios de relajación antes de dormir.