Ansiedad y depresión: ¿Cómo aprender a aceptar las emociones?

Si bien hay momentos en la vida de cada persona que podríamos pensar que predisponen a sufrir una crisis, lo cierto es que la reacción de cada persona es distinta y la percepción de lo que es un momento de crisis y los motivos que los generan son internos.

Quizás uno de los ejemplos más claros es la pandemia, que ha sido una crisis a nivel mundial y ha afectado a todo el mundo, aunque no todas las personas han reaccionado de la misma manera. Hay algunas que han manifestado síntomas de ansiedad o depresión y otras que no.

Es decir, hay crisis que se consideran socialmente una crisis a nivel global, que no tienen que ver con la vida personal de cada uno, como ha sido el confinamiento o una guerra.

Por otro lado, hay otros momentos en la vida de cada persona que son momentos difíciles más a nivel personal, como un divorcio, una ruptura de pareja o la muerte de un ser querido. Generalmente se trata de cambios sustanciales en la vida de una persona que, para poder superarlos y afrontarlos, requieren también de una modificación interna.

Sin embargo, más allá de que se pueda puntualizar cuáles son aquellos motivos que suelen llevar a las personas a desarrollar ansiedad o depresión, no todas responden igual y hay algunas personas que son más propensas que otras a desarrollarlos. De hecho, el 30% de los factores que nos llevan a tener más predisposición a la depresión o la ansiedad son genéticos.

El resto de los aspectos son más bien consecuencia de la historia del individuo y tienen relación con cómo ha aprendido a adaptarse a las situaciones o crisis, con la historia de aprendizaje de cada uno, donde ha crecido y las interacciones que ha tenido en su vida.

¿Cómo puedo saber si debo acudir a un especialista?

En el último tiempo es muy común que psicopatologicemos las emociones, cuando no debería ser así. Las emociones en sí mismas no son ni buenas ni malas y, de hecho, se considera que ciertos niveles de ansiedad son necesarios para poder resolver algunos problemas, al igual que la angustia o la tristeza. Es importante entender que cada emoción tiene su función.

Sin embargo, cuando la ansiedad o la tristeza es patológica y no nos está permitiendo llevar la vida que queremos llevar es conveniente acudir a un especialista en Psicología. Para detectar esto es importante tener en cuenta los valores de cada uno: es decir, la vida depende de cómo la queramos, qué tipo de relaciones queremos tener, cómo queremos ser como profesionales, como parejas o como amigos y la relación que queremos tener con nosotros mismos.

Cuando la ansiedad o la depresión nos limitan en el desarrollo de esos valores o deseos es necesario que pidamos ayuda.

¿Cómo es el tratamiento ante una crisis?

En primer lugar, el especialista debe realizar una evaluación del por qué la persona ha llegado a sentirse como se siente. En este punto es fundamental no etiquetarla rápidamente como una persona depresiva o ansiosa y realizar un análisis personalizado e idiosincrático. A raíz de este proceso, el analista puede comprender cómo la ansiedad o la depresión están limitando a esa persona y comenzar a generar herramientas.

Un aspecto importante que transmitirle al paciente es que es necesario dar lugar y espacio a las emociones, es decir, no convertirlas en enemigas o ignorarlas, ya que cuanto más nos empeñemos en ocultarlas más fuertes se harán.

Esta es una etapa significativa en el tratamiento, ya que cuando existe una aceptación de la emoción es cuando comprendemos que esta nos está hablando o avisando de nuestro malestar y nos está marcando el camino a seguir. Es decir, la aceptación de la emoción debe ser una aceptación a la acción o hacia una vida satisfactoria según los valores de cada uno.

¿Cuál es el “fin” del tratamiento?

El objetivo del psicólogo es que el paciente sea capaz, mediante las herramientas que se construyen en el tratamiento, de mirar o analizar desde otra perspectiva. De esta manera, en un futuro sabrá manejar mejor las situaciones de crisis.

Además, en muchas ocasiones cuando los pacientes hacen un análisis de las situaciones pasadas entienden que había una parte o un aspecto que podrían haber manejado de otra manera. Generalmente esa parte es la que responde a su historia personal y les ha enseñado a reaccionar de determinada manera.

Por lo tanto, el objetivo de la psicoterapia es darle al paciente herramientas para aprender a manejarse de una manera autónoma. Si bien el tratamiento de la ansiedad y la depresión es un camino difícil, es importante acudir a un especialista lo antes posible, ya que cuanto menos tiempo pase, menos cronificados estarán los síntomas.