El Dr. Boix, especialista en Urología, explica que lo primero que debe hacer el paciente que sospeche que sufre hiperplasia benigna de próstata, es acudir al especialista. De esta manera, el profesional podrá dar las directrices, evaluar si realmente presenta hiperplasia y poder así evaluar la intensidad y grado de la patología en el paciente.
Los principales síntomas de la hiperplasia benigna de próstata pueden dividirse en dos grupos: los síntomas obstructivos y los síntomas irritativos. El Dr. Boix, especialista en Urología, explica que los síntomas obstructivos son aquellos que comprenden la dificultad al iniciar la micción, percibir que el chorro de orina pierde fuerza o que haya goteo tras orinar. En cambio, los síntomas irritativos están caracterizados por la urgencia miccional, deseo incontrolable de hacer pipí y tener que ir rápidamente, pérdidas de orina o nicturia (tener que levantarse diversas veces por la noche a orinar).
En la actualidad el láser de próstata está desbancando el uso de la cirugía abierta convencional en el tratamiento de próstatas de gran volumen. El Dr. Boix, especialista en Urología, explica que el láser evita la incisión en el abdomen, disminuye el riesgo de sangrado excesivo y la necesidad de transfusión. También disminuye el riesgo de infección de la herida y permite tratar otras posibles patologías que ya sufriera el paciente, como la litiasis vesical concomitante.
La hiperplasia benigna de próstata es una patología en que se produce un crecimiento de la glándula prostática. Esto provoca una constricción de la uretra y, consecuentemente, dificultad al orinar. El Dr. Boix, especialista en Urología, explica que el láser aplicado para esta patología, la técnica HoLEP (Holmium Laser Enucleation of the Prostate, en inglés), tiene como objetivo reducir la parte central de la próstata.
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