Tipología del glaucoma
Written by:Existen varios tipos distintos de glaucoma. A continuación se explican los principales tipos de glaucoma existentes hoy en día, sus síntomas y las distintas opciones de tratamiento. Los dos principales son el glaucoma de ángulo abierto y el glaucoma de ángulo cerrado.
El glaucoma de ángulo abierto
También conocido como el glaucoma crónico simple, se trata del glaucoma más habitual, con una incidencia cercana al 55%. Normalmente, está causado por un mal funcionamiento del sistema de drenaje del humor acuoso, que se sitúa en la cámara anterior.
Normalmente, se trata de una patología que no tiene síntomas, por lo que la mejor forma de identificar su presencia es con las revisiones anuales. El glaucoma produce un daño gradual en el nervio óptico, y cuando se encuentra avanzado puede ocasionar ceguera.
- Factores de riesgo:
- Antecedentes familiares
- Edad
- Diabetes
- Hipo e hipertensión
- Miopía de más de 6 dioptrías
- Presión intraocular mayor de 30 mm Hg
- ¿Cómo se trata? El tratamiento del glaucoma varía en función de la etapa en la que se encuentre. En etapas iniciales, se trata con colirios para aliviar la presión intraocular. Si no funciona, se utilizará el tratamiento quirúrgico a partir de láser.
El glaucoma de ángulo cerrado
Este glaucoma se da cuándo la salida del humor aucoso está obstruida, y su incidencia roza el 12%.
- Síntomas:
- Puede aparecer de forma aguda, intermitente o crónica
- El nueve de cada diez casos afecta únicamente a uno de los ojos
- Náuseas y vómitos
- Dolor ocular
- Visión borrosa
- Dolores de cabeza
- Aumento de la presión intraocular
- ¿Cómo se trata? Se aplica un láser que crea una diminuta apertura que permite la salida del humor acuoso. Se puede utilizar también de forma preventiva en aquellos pacientes que no tienen obstruida la salida pero que tienen posibilidades de padecer glaucoma.
Otros tipos de glaucoma
Otros tipos de glaucomas, aunque menos frecuentes, son el glaucoma congénito, el glaucoma secundario, el glaucoma pigmentario o el glaucoma pseudoexfoliativo.
- Glaucoma congénito: el glaucoma infantil suele aparecer antes de alcanzarse los tres años, aunque puede darse hasta la adolescencia, aunque es menos habitual. Su incidencia es del 3%.
Para que su tratamiento tenga éxito es vital detectarlo precozmente, para evitar consecuencias en la visión. El tratamiento es quirúrgico.
- Glaucoma secundario: su incidencia se sitúa en el 30% y puede surgir por diversas causas, como un traumatismo, un trasplante corneal, alteraciones en la retina.. Dentro del glaucoma secundario existen dos tipos, el de ángulo abierto, que aparece progresivamente y el de ángulo cerrado, que surge repentinamente.
- Glaucoma pigmentario: se produce cuando hay un roce entre el iris y la parte superior del cristalino, roce que provoca que el pigmento del iris se libere y obstruya el ángulo iridocorneal, subiendo la presión intraocular. Este tipo de glaucoma es más habitual en hombres jóvenes y con miopía.
- Glaucoma pseudoexfoliativo: el síndrome de pseudoexfolicación se basa en una enfermedad de tipo sistémico que incluye afectación ocular. En este caso, se deposita material fibrogranular en la cápsula anterior del cristalino y en la red trabecular, un hecho que impide la salida de humor acuoso, aumentando así la presión intraocular y dañándose el nervio óptico.
- Glaucoma neovascular: se trata de un glaucoma secundario que se da por la formación de nuevos vasos sanguíneos en el iris como respuesta a una hipoxia mantenida. Estos vasos provocan una obstrucción en la circulación del humor acuoso, aumentando de esta forma la presión intraocular.
Ya menos habitual es el glaucoma normotensivo, que se da cuando el paciente tiene presiones intraoculares dentro de los límites considerados “normales”, aunque pese a esta normalidad se produce una pérdida del campo visual y daño en el nervio óptico.
Si desea más información sobre los glaucomas, sus síntomas y posibles tratamientos, consulte con un especialista en Oftalmología.