Técnica de sutura tricofítica: avance en la cirugía capilar

El cierre tricofítico es un tipo especial de técnica quirúrgica que se emplea en la cirugía de Microimplante Capilar por el método FUSS y sirve para minimizar e incluso eliminar por completo la molesta cicatriz lineal que con el cierre tradicional solía quedar en la zona donante. Se trata de una técnica que combina plastias locales con una sutura festoneada especial y una defenestración parcial de unos de los bordes quirúrgicos.

La más utilizada es la de borde inferior descubierta por el Dr. Frechet, y se trata de una técnica muy especializada restringida al ámbito de la cirugía plástica, cuyo mérito es permitir que el cabello de la zona donante crezca a través de la cicatriz resultante, haciendo que esta desaparezca y normalizando completamente la apariencia de esa zona.

Ventajas de la técnica

Este tipo de técnica se debe realizar siempre en varones, sobre todo jóvenes, que suelen llevar muy corto el cabello, aunque también se puede aplicar en mujeres. Sin embargo, no es lo habitual, porque la mujer suele cicatrizar muy bien y normalmente siempre lleva el pelo largo, por lo que este tipo de cierre no suele ser necesario en ellas.

Con este procedimiento conseguimos prácticamente la desaparición de la cicatriz en la zona donante, lo que supone un importante avance estético que permite al paciente usar el largo de cabello que desee obviando la presencia de marcas a ese nivel.

Consideraciones previas

La principal consideración a tener en cuenta es la elasticidad de la piel del paciente. En primeras cirugías siempre se puede realizar, pero en segundas cirugías, cuando el paciente tiene ya un implante previo, hay que evaluar muy cuidadosamente la elasticidad de la piel para garantizar que el cierre quirúrgico sea complaciente.

Otro aspecto a considerar, aunque más secundario, es la forma constitucional de cicatrizar del paciente, la calidad natural de sus cicatrices, que normalmente siempre son buenas en el cuero cabelludo. En pacientes de mucha edad o con patologías asociadas en los que se requiera acortar todo lo posible los tiempos quirúrgicos, tampoco debe realizarse. Este tipo de técnica no comporta ningún riesgo adicional al procedimiento básico de la cirugía, no suponiendo en sí mismo ningún peligro o riesgo añadido para el paciente.

Resultados casi inmediatos

Los resultados de esta técnica se empiezan a ver a las pocas semanas de la intervención, tan pronto como el cabello de la zona donante comienza a crecer a través de la cicatriz, tapizándola de pelo y cubriéndola de una forma muy natural, homogeneizando toda la zona posterior de la cabeza hasta el punto que en la mayoría de los casos la cicatriz no puede ser detectada.