Ralentizando el tiempo en tu piel: qué debes saber sobre las arrugas

Con el paso de los años, nuestro rostro sufre algunos cambios, se marcan las líneas de expresión, se produce cierto grado de descolgamiento y aparecen arrugas. Pese a que no se puede detener el tiempo, sí existen ciertas medidas para ralentizar el paso del tiempo mediante tratamientos médico-estéticos.

Las arrugas nos afectarán a todos a lo largo de nuestra vida. No obstante, en algunas personas esos pliegues y arrugas aparecen más marcados a edades más tempranas. Todo esto varía en función de los distintos factores a los que se expone cada persona. Pero, ¿por qué y de qué forma envejecemos?

En los inicios, aparecen unas arrugas finas y que se orientan en una misma dirección. Normalmente, estas arrugas se localizan en las zonas de movimiento y expresión, en aquellos lugares en los que se producen gestos repetitivos. Por ejemplo, cuando una persona tiende a reírse o a fruncir el ceño, las arrugas aparecen alrededor de los ojos y la boca, primero intermitentemente y después de forma permanente.

Las zonas más habituales en las que se marcan estas arrugas y líneas de expresión son aquellas que aparecen la frente, en el entrecejo, las patas de gallo en los ojos, el código de barras en torno a los labios y en la comisura de la boca, es decir, las líneas de marionetas, que abarcan desde la barbilla y el mentón.

En la Unidad de Estética Facial de IDERMA contamos con distintos tratamientos para prevenir de manera natural, con procesos de última generación.

Tratamientos para eliminar y atenuar las arrugas dinámicas y estáticas

El primer paso que se realiza antes de prescribir uno u otro tratamiento es realizar un estudio individualizado a cada paciente, analizando su estructura, musculatura y movimientos faciales. En esta zona no existe más que piel y una musculatura fina, y tras ella, tejido graso. Para ello, para controlar y y atenuar las arrugas se debe suavizar el movimiento y controlar las arrugas que produce. Son las llamadas arrugas dinámicas, es decir, las patas de gallo y el entrecejo.

Por otro lado, están las arrugas o líneas estáticas, cuya causa es la pérdida de elastina y colágeno, y van apareciendo con el paso de los años.

El objetivo de los tratamientos es corregir y borrar las arrugas existentes, a la vez que se evita que estas se hagan más profundas. Existen distintas situaciones:

• Pacientes arrugas marcadas: se lleva a cabo un tratamiento que combina ácido hialurónico y bótox. Se trata de un tratamiento personalizado para cada arruga, en función de sus características y de la calidad de la piel.
   
• Pacientes con arrugas finas y líneas de expresión al gesticular: para tratar estos casos se aplica toxina botulínica, haciendo desaparecer las arrugas y sin cambiar la expresión del paciente. Se respeta la expresión original de cada persona, disminuyendo el aspecto de cansancio. En estos casos, puede aplicarse también un refuerzo de ácido hialurónico.

Para más información, consulte con un especialista en Dermatología.