¿Qué son las Enfermedades de Transmisión Sexual?

Las enfermedades de transmisión sexual, o ETS, son infecciones que se trasmiten a través del contacto sexual.

Entre las más frecuentes podemos encontrar infecciones por bacterias o por virus. Entre las infecciones bacterianas destacarían la Chlamydia, el Ureaplasmas, el Gonococo, la Tricomonas o la Vaginalis; Por otro lado, entre las infecciones víricas, el virus del papiloma humano, herpes genital, SIDA o el virus de la Hepatitis C.

Riesgos

Estas enfermedades pueden ser muy peligrosas tanto para hombres para mujeres. En el caso de la mujer puede llegar a causar obstrucción de trompas y como consecuencia de esta esterilidad, embarazo extrauterino, enfermedad inflamatoria pélvica y hasta cáncer del cuello uterino entre otras.

Igualmente, en el hombre, aunque con menos frecuente, pueden llegar a causar cáncer en el pene, laringe, cuerdas vocales o incluso en el tracto anorrectal.

Síntomas

Generalmente suelen ser infecciones silentes y asintomáticas, por lo que esto facilita aún más la transmisión. Hemos de destacar que pueden aparecer lesiones como verrugas, ampollas, llagas, heridas y síntomas como:  irritación, escozor, dolor en la penetración, picor, cambios en el olor o color del flujo vaginal y en el caso del hombre secreción por la uretra, ardor o dolor al orinar, también inflamación de los ganglios inguinales cercanos a las lesiones genitales.

¿Cómo podemos saber si padecemos una ETS si los síntomas no son aparentes?

Si no tenemos apenas síntomas o no se presentan podremos sospechar si hemos contraído una ETS por haber tenido una relación sexual de riesgo, es decir, sin uso del preservativo, o si se ha usado de forma incorrecta; Ante esta situación lo más indicado es consultar a un ginecólogo o centro médico.

Tratamientos

Generalmente los tratamientos suelen ser antibióticos de amplio espectro específicos o retrovirales, en el caso de infecciones virales como el SIDA, Herpes genital o Hepatitis C.

Anteriormente se daban dosis únicas suficientes para eliminar la infección, aunque por el abuso de antibióticos estos gérmenes han desarrollado tolerancia al tratamiento, por ello en la actualidad suelen tratarse con dos antibióticos durante una semana, en algunos casos puede alargarse hasta 10 días.

¿Qué podemos hacer para prevenir el contagio?

Para la prevención del contagio es importante usar correctamente el preservativo, además de hacer controles anuales ginecológicos con pruebas de laboratorio como la citología.

Es importante tener en cuenta que cada una de estas infecciones tienen un periodo de incubación propio y que varía en el tiempo, por ello, algunas pruebas en este periodo de latencia pueden ser negativas, a pesar de estar infectado, como es el caso del SIDA o la infección por papilomas.