¿Qué es y en qué consiste el TDAH?

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo resultado de la interacción de factores genéticos, predominantemente, y ambientales que da lugar a una diferencia en el desarrollo y funcionamiento cerebral del córtex prefrontal.

Se se caracteriza por tres grupos de síntomas:

1. La falta de atención.
2. La hiperactividad.
3. La impulsividad.

Las clasificaciones actuales dividen el TDAH en tres categorías:

• El TDAH con predominio de falta de atención.
• El TDAH hiperactivo-impulsivo, porque estos síntomas suelan presentarse juntos.
• El TDAH de presentación combinada, en que aparecen los tres grupos de síntomas.

Los primeros síntomas del TDAH en la infancia suelen ser aquellos relacionados con la hiperactividad motora, aunque en los casos que predomina la falta de atención se ha llegado a confundir con problemas de audición. La impulsividad también suele originar frecuentes rabietas y comportamientos negativistas.

Es frecuente pensar que el TDAH es un problema que afecta únicamente al rendimiento académico, pero esto es algo que no se corresponde con la realidad. Si bien es cierto que el TDAH interfiere en el rendimiento académico, también lo hace a nivel familiar y de manera muy importante en el proceso de socialización del niño, ya que con frecuencia estos niños se ven rechazados por sus compañeros o son objeto de acoso escolar.

Para evitar estas situaciones no se recomienda retirar el tratamiento en vacaciones, dado que no es sólo un problema escolar. Probablemente, las dificultades académicas no sean en muchos casos lo más perturbador del TDAH.

¿Cómo se diagnostica el TDAH?

El diagnóstico del TDAH es clínico y debe ser realizado por profesionales con experiencia en este problema. Lo ideal es una entrevista del psiquiatra con el paciente y su familia y una evaluación posterior de un psicólogo clínico que se realiza con test y escalas de evaluación específicas al paciente y su familia cercana. También se pide un informe al tutor de su colegio, para tener los datos del funcionamiento en el centro.

¿Cuáles son los primeros signos o síntomas que pueden alertar de que un niño padece TDAH?

En la infancia podemos ver a un niño que está siempre en movimiento, que se distrae continuamente, que no escucha cuando se le habla, que con frecuencia interrumpe o formula una nueva pregunta antes de terminar nuestra respuesta, que es incapaz de organizarse y pierde sus cosas y que con asiduidad se muestra despistado, ausente o se pone con frecuencia en situaciones de riesgo.

También la impulsividad origina frecuentes y a veces incontrolables rabietas, o acostumbra a decir que no a todo lo que se le pide. Cuando llega a la educación infantil no puede permanecer sentado y suele tener conductas disruptivas tanto en el colegio como en casa.

¿Aparece siempre el TDAH en la infancia? ¿Se trata de un trastorno permanente? ¿Existen adultos con TDAH?

El TDAH, como trastorno del neurodesarrollo que es, comienza en la infancia aunque no siempre se diagnostica en ese momento. Con la maduración cerebral suele mejorar la hiperactividad tras la pubertad, persistiendo la impulsividad y la desatención. La impulsividad mejora en muchos casos, aunque no en todos, al inicio de la edad adulta.

La inatención, por su parte, suele hacerlo más tarde ya en plena etapa adulta. Habitualmente no remiten los síntomas del todo, pero suelen mejorar progresivamente sobre todo con un tratamiento adecuado. En la evolución a largo plazo del TDAH pueden aparecer trastornos por consumo de sustancias y trastornos de personalidad.

En algunos estudios se ha encontrado un porcentaje notablemente mayor de TDAH en población reclusa que en población general.

¿Cómo se trata el TDAH en niños? ¿Y en adolescentes y en adultos?

El tratamiento del TDAH es multimodal. En niños, una vez confirmado el diagnóstico, se recurre a fármacos que potencian el funcionamiento del córtex prefrontal del cerebro y se deriva a los padres a sesiones de psicoterapia individualizada y psicoeducación para que aprendan a manejar el problema. Cuando los síntomas persisten en la edad adulta se puede pautar también tratamiento farmacológico y psicoterapia.

Un mirada de esperanza

Pese a lo negativo del TDAH, ha habido grandes personas que lo han padecido y han desarrollado una vida muy productiva. Por ejemplo, el Dr. Luis Rojas Marcos. Es un conocido psiquiatra sevillano que dirigió el Sistema de Salud y Hospitales Públicos de Nueva York y en la actualidad compagina su labor académica como profesor de Psiquiatría de la Universidad de Nueva York.

También ejerce como director ejecutivo de Médicos Afiliados de Nueva York (PAGNY), la organización sin ánimo de lucro compuesta de 3.500 médicos y profesionales de la salud que prestan sus servicios en seis hospitales públicos y en las diez cárceles de la ciudad.