¿Qué es la microbiota oral y cuál es su importancia?

La microbiota oral está compuesta por todos los microorganismos que habitan en la cavidad oral. La boca es la puerta de entrada al tracto digestivo y es una de las partes del cuerpo humano con mayor densidad de microorganismos, estimándose entre 700 y 1000 especies en los distintos espacios que la conforman (superficies dentales, surco gingival, lengua, mucosa, paladar, encías y saliva). Existe una gran diversidad de tipos microbianos, tales como bacterias, hongos y virus, que constituyen el denominado microbioma oral, siendo las bacterias el grupo predominante. Estas están en forma planctónica (suspendidas en la saliva), como adheridas a las distintas superficies orales en las que forman biopelículas (o biofilms), como la placa dental. 

La microbiota específica de la boca influye directa e indirectamente en el funcionamiento, nutrición y sistemas de defensa del organismo y actúa, además, como barrera para la colonización por parte de otros microorganismos potencialmente patógenos. Por ello, la microbiota oral es considerada como una parte importante de las defensas innatas del organismo.

En cuanto a la composición el microbioma oral es, en general, similar en todas las personas, si bien cada individuo alberga una composición de especies única que lo diferencia del resto. La composición de este microbioma oral cambia a lo largo del tiempo, desde el nacimiento hasta la edad adulta. Además, se va a ver afectado por distintas condiciones fisiológicas y ambientales que pueden dar lugar a las distintas patologías orales.

Un microbioma oral saludable puede reducir las tasas de caries, enfermedad periodontal, candidiasis oral y mal aliento. La disbiosis (desequilibrio) del microbioma oral puede provocar inflamación y un mayor riesgo de cualquier enfermedad de la boca.

Equilibrar la microbioma oral también tiene beneficios más allá de su boca. Las colonias microbianas saludables en la boca pueden reducir el riesgo de muchas enfermedades sistémicas. Un microbioma oral disbiótico se asocia con problemas como: cardiopatía, cáncer, diabetes, abortos espontáneos, bajo peso al nacer, obesidad, Alzheimer, EPOC, neumonía, existen cepas específicas de microbios orales asociadas con cada una de estas enfermedades. Con pruebas predictivas, se puede incluso evaluar la presencia de estos en su boca e identificar si tiene un mayor riesgo de padecer estas enfermedades.

Mantener este equilibrio en la cavidad oral hace que no prosperen cepas de microorganismos patógenos que son los responsables de todas las enfermedades de la cavidad oral, así como todos aquellos patógenos que se han visto involucrados en otras enfermedades del organismo.

¿Qué son los probióticos orales o dentales?

Los probióticos orales o dentales son cepas específicas de bacterias conocidas por mantener una boca saludable y mejorar la salud bucal. Fomentan el crecimiento de bacterias buenas y detienen el crecimiento de bacterias malas (patógenas), actúan de una manera similar a los probióticos intestinales en que utilizan bacterias buenas (comensales) para mejorar la salud, pero incluso son más efectivos, ya que se administran directamente en la boca a través de pastillas, tabletas masticables, colutorios, leche o bebidas probióticas. Los suplementos probióticos orales llevan estas cepas bacterianas directamente a la boca para que puedan colonizar las superficies de la boca y formar biopelículas, así como estimular el sistema inmunológico oral.

Los probióticos orales se suelen prescribir en todos aquellos pacientes que presentan una disbiosis oral (desequilibrio entre microorganismos buenos y malos), se pueden usar como prevención, tienen pocos o ningún efecto secundario, son cepas totalmente aprobadas dentro del marco regulador europeo.

¿Cuáles son los beneficios de los probióticos dentales?

Los probióticos orales o dentales pueden prevenir o tratar la mayoría de las enfermedades orales, como:

• Caries
• Gingivitis/periodontitis
• Candidiasis oral
• Mal aliento
• Infecciones respiratorias
• Amigdalitis

Las bacterias que introducimos en los probióticos orales pueden crear biopelículas para reemplazar las creadas por bacterias patógenas. Estas nuevas biopelículas mantienen la salud de los dientes y las encías impidiendo que las bacterias dañinas se establezcan en el esmalte o a las encías causando la enfermedad.