Plasma rico en plaquetas para tratar la artrosis de rodilla
Written by:Entre las enfermedades habituales de las articulaciones, la artrosis es uno de los motivos más habituales de asistencia en numerosas consultas. De hecho, se puede afirmar que la artrosis se trata de la causa más importante de discapacidad funcional en el aparato locomotor en todas las razas y zonas geográficas mundiales.
De hecho, dentro de esta enfermedad, la artrosis de la rodilla representa un problema serio, ya que su prevalencia supera el 10% en la población general y alcanza picos superiores al 33% en franjas de edad de entre 70 y 79 años. A su vez, esta enfermedad genera un problema importante en la salud pública, ya que al margen de la lesión como tal, genera unos costes importantes en su tratamiento, en prótesis o por bajas por incapacidad.
De todas formas, la artrosis es una patología más habitual en mujeres que en hombres, y también tiene mayor prevalencia en personas obesas. No obstante, debe destacarse que pese a que debería aparecer en pacientes con más de 50 años, esta enfermedad es cada vez más habitual en edades más tempranas.
Tratamiento de la artrosis de rodilla
A día de hoy no existe una cura definitiva para tratar la artrosis de rodilla, y de hecho los objetivos del tratamiento son aliviar los signos y síntomas de la patología, es decir, reduciendo el dolor y tratando de mantener durante el máximo tiempo la movilidad articular a la vez que se limita la discapacidad funcional y se mejora la calidad de vida del paciente.
La estrategia ideal de tratamiento sería que, al margen de aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente, se pudiese prevenir la enfermedad y cortar la progresión de las anomalías estructurales de la articulación.
De esta manera, en Biotronic Salud se interviene con dos estrategias distintas para aliviar el dolor y mejorar la artrosis de rodilla. Se trata de dos técnicas complementarias y perfectamente efectivas: por un lado el tratamiento selectivo con señales electromagnéticas a través de la piel y la infiltración del llamado plasma rico en plaquetas, es decir, los PRP, que a día de hoy es el tratamiento más conocido e implantado junto con la viscosuplementación con ácido hialurónico.
La viscosuplementación como tal consiste en inyectar ácido hialurónico intraarticularmente para volver a las propiedades elásticas y viscosas del líquido sinovial, reconstruyendo de esta manera la homeostasis que se ha visto alterada en la articulación. El plasma rico en plaquetas, por su parte, aprovecha los factores de crecimiento para favorecer el crecimiento vascular y celular, estimulando también la neoformación de elementos intercelulares.
En los últimos años, se han publicado diversos trabajos que señalan una mayor eficacia del uso de PRP frente al ácido hialurónico.
De hecho, en un estudio español que se realizó sobre 60 pacientes con osteoartritis de rodillas durante cinco semanas, se comparó el efecto de ambos componentes, y se respondió mejor en el caso de los PRP.
En la misma línea, Kon E. llevó a cabo un estudio con un total de un centenar de pacientes que se dividieron en tres grupos: en uno se aplicó PRP, en otro ácido hialurónico a baja concentración y en el último ácido hialurónico con una alta concentración, obteniéndose un mayor alivio en el caso de los tratados con PRP.
