Ondas de choque, terapia hormonal y reprogramación cognitiva, tratamientos innovadores para la disfunción eréctil

Es complicado de definir a partir de qué momento se considera que un hombre sufre disfunción eréctil. Teóricamente tienen que pasar seis meses desde que el paciente empieza a notar el problema hasta que puede establecerse un diagnóstico, pero es algo no del todo real. Hay pacientes que, por ejemplo, después de ciertos tipos de cirugía saben que es posible que tengan algún problema de erección. Y, por otra parte, siempre es importante recordar a los pacientes que tener un mal día no significa tener un problema, no es necesario ir al médico enseguida ni obsesionarse. No obstante, después de una temporada de tener malas erecciones y notar que algo no funciona bien, debe acudirse al especialista en Andrología. 

¿Qué factores pueden influir en una disfunción eréctil (problemas de salud, falta de libido, problemas en la pareja, falta de comunicación...)? 

Básicamente hay dos grandes tipos de causas. Hasta los 50 años (aunque no siempre es así), los problemas suelen ser mentales o psicológicos, relacionados con muchos factores: una nueva pareja, una separación, ansiedad de ejecución, haber pasado una mala temporada, haber tenido menos sexo durante un tiempo, entre otros. Todo esto hace al hombre sentirse más inseguro y cualquiera de estas situaciones al final desemboca en dos problemas: una es la falta de deseo y, la otra, ansiedad de ejecución. Esto último es el hecho tener miedo y el paciente piense continuamente que le va a volver a ocurrir y que va a quedar mal con la pareja. Esta sería la primera de las grandes causas de los problemas de erección.  

Por otra parte existen causas orgánicas: problemas de próstata, diabetes, medicamentos y otras enfermedades. Estas pueden hacer que llegue mal la sangre al pene, que los nervios no funcionen o que las hormonas estén bajas y, por lo tanto, que se produzcan problemas de erección.  

¿Cuándo supone un "problema" una disfunción eréctil y cuándo acudir al especialista? 

Es algo que depende de cada hombre. Hay hombres que después de tener un problema una única vez ya acuden a consulta y otros que arrastran el problema durante quizás 20 años y nunca habían pedido visita con el especialista.  

No existe una “línea” roja que establezca el límite pero ni el primer día ni la primera semana que ocurra significan nada, todos tenemos malos días y malas temporadas en que estamos más preocupados por otras cosas. Pero también hay que pensar que si el paciente lleva un mes o dos con este problema y no mejora, le preocupa y ha intentado otros remedios sin resultado, significa que es necesario buscar a un especialista que pueda ayudar.  

¿Qué tipo tratamientos se aplicarán, según cuál sea el origen del problema? ¿Qué técnicas innovadoras existen actualmente? 

Actualmente existen muchos tratamientos innovadores. Para los problemas vasculares se aplican ondas de choque y para los problemas hormonales existen tratamientos de suplementación con testosterona. Por otra parte, para los problemas psicógenos existe una terapia que funciona muy bien y de manera muy rápida que se llama terapia de reprogramación cognitiva. Es un tratamiento psicológico que se utiliza en muchos aspectos de la salud mental, no solamente en el ámbito sexual, y que funciona muy bien a la hora de controlar la ansiedad, identificar el pensamiento de “me va a volver a pasar” y cambiarlo por otro. La eficacia de esta terapia es de un 95% aproximadamente en dos meses, de manera que funciona muy bien y muy deprisa. 

Pero lo importante es encontrar la causa. Cuando se hace el diagnóstico correcto el tratamiento en general funciona muy bien. Y para un diagnóstico preciso es necesario acudir a especialistas con mucha experiencia y disponer de medios tecnológicos para llegar a ese diagnóstico. En el área de la sexualidad el diagnóstico quizás es menos tecnológico que en otras áreas de la salud porque no puede reflejarse en una analítica ni en ciertas pruebas, pero la analítica será muy útil en este caso, sobre todo para descartar causas hormonales y causas vasculares. Por otra parte, la ecografía Doppler de pene también ayudará a descartar causas vasculares y, para descartar causas psicológicas, existe el test de tumescencia peneana nocturna, algo que permite saber si el paciente tiene buenas erecciones por la noche y, en tales casos, se presupone que el problema va a ser más mental, ya que cuando el paciente se relaja tiene buenas erecciones.