Las ondas de choque en los tratamientos de la disfunción eréctil, enfermedad de Peyronie, hiperplasia benigna de Próstata y prostatitis crónica

Existen numerosos tratamientos para combatir tanto la disfunción eréctil como la hiperplasia benigna de próstata. Inicialmente, son tratamientos farmacológicos, pero cuando estos dejan de ser efectivos se plantea la cirugía.

Algo similar ocurre con la enfermedad de Peyronie. Esta patología ocasiona la incurvación del pene en el momento de la erección, la cual, durante un tiempo, puede ser dolorosa. Esto se debe a la aparición de una placa de fibrosis que es la que retrae el pene. Si el grado de incurvación dificulta o impide la penetración se propondrá cirugía de enderezamiento del pene.

La prostatitis crónica –dolor del suelo pélvico- es otra patología que desespera tanto al paciente como al médico que la trata. Se trata de una afección abigarrada y de difícil tratamiento que se prolonga en el tiempo, cursando invariablemente con altibajos.

Actualmente, disponemos de la posibilidad de realizar el tratamiento de estas patologías con ondas de choque de baja energía y corta duración, provocando la estimulación celular y la iniciación de procesos de curación de los tejidos.

Por una parte, esto va a ocasionar una regeneración celular con disminución de los procesos inflamatorios y, por lo tanto del dolor. A su vez, se generan mediadores de dilatación vascular y angiogénesis, es decir, la formación de nuevos vasos sanguíneos.

En resumen, todo ello va a mejorar el riego sanguíneo. El tratamiento no tiene contraindicaciones, ya que está carente de efectos secundarios y está aprobado por la FDA (Agencia Norteamericana del Medicamento).

Los nuevos modelos de ondas de choque están consiguiendo un porcentaje de éxitos en la disfunción eréctil que ronda el 74%. Si a ello añadimos el estímulo de algún fármaco a baja dosis, este porcentaje se eleva considerablemente.

En cuanto a la hiperplasia benigna de próstata, nuestro objetivo es el de aliviar los trastornos miccionales, al igual que retrasar la evolución del crecimiento prostático, evitando en muchos casos la cirugía.

Respecto a la enfermedad de Peyronie, lo que logran las ondas de choque es detener la evolución de la placa de fibrosis, por lo que la incurvación peneana se detendrá, evitando una futura cirugía.

El efecto sobre la prostatitis crónica es la disminución del proceso inflamatorio, con la consiguiente desaparición del dolor y molestias del suelo pélvico.