Las consecuencias de la rumiación. ¿Cómo actuar ante estas?

La Dra. San Martino Pomés es una reconocida psiquiatra con más de 15 años de experiencia que actualmente dirige el Centre Mèdic San Martino. Su formación incluye un Máster en Psiquiatría y Psicología Médica. A lo largo de su larga trayectoria profesional, la Dra. San Martino ha ocupado puestos de responsabilidad en centros médicos y hospitalarios de prestigio, como Responsable del Servicio de Psiquiatría en el Hospital Delfos o psiquiatra en el Hospital de Sant Pau. Además, la Dra. San Martino ha participado como ponente en numerosas conferencias y congresos médicos de su especialidad.

Los pensamientos de la ansiedad son un problema de salud mental muy frecuente en la consulta: pensamientos obsesivos, ansiosos, rumiantes, repetitivos, incisivos, negativos, intrusivos… El pensamiento es una parte vital de la vida de las personas. El problema surge cuando el pensamiento se transforma en pensamientos obsesivos o rumiantes.

¿Qué pensamientos se catalogan como rumiantes?

Son las ideas repetitivas, recurrentes y no voluntarias que se centran normalmente en preocupaciones, miedos y angustias. Todas estas sensaciones hacen que el paciente no pueda focalizar su atención en el momento que está viviendo. El estrés y la ansiedad son las causas principales de la aparición de estos pensamientos que también pueden afectar al comportamiento de la persona.

Las 7 consecuencias de sufrir pensamientos obsesivos

1. La rumiación provoca ansiedad, angustia, además de un gran desgaste emocional y físico. Los pensamientos intrusivos o tóxicos, bloquean y producen agobio.

2. Los pensamientos negativos generan un círculo vicioso que puede atenazar a la persona. La rumiación puede llegar a crear adicción y cuánto más se intente dejar de pensar, aparecen más pensamientos obsesivos.

3. La rumiación aumenta la creación de pensamientos negativos. Emplea una gran cantidad de tiempo en repasar una y otra vez las cosas que han ido mal.

4. Los pensamientos negativos retrasan la solución de las problemáticas. Cuando el paciente entra en un bucle pensante obsesivo cuesta tiempo tomar decisiones, ya que se analizan con sumo cuidado las que se van a tomar.

5. La rumiación favorece retrasar las tareas para otro momento y genera el pensamiento de “ya lo haré luego”. Esto puede acabar en la no realización de la actividad.

6. Pensar una y otra vez sobre lo mismo quita tiempo para pensar en el presente. Caer en un bucle de pensamiento hace que las personas no disfruten del momento.

7. Las personas que sufren pensamientos de tipo obsesivo o intrusivo piensan que la preocupación les puede ayudar a ver las cosas desde otro punto de vista. Además piensan que la preocupación será de su ayuda para enfocar los problemas con una mayor claridad.