Las causas de la perforación del tabique nasal
Written by:El tabique o septo nasal es la estructura que separa el interior de la nariz en dos cavidades o fosas nasales. Además de dirigir el flujo de aire en cada fosa nasal, la mucosa que reviste el tabique tiene como función hidratar y calentar el aire que pasa por la nariz, haciéndolo óptimo para las vías respiratorias inferiores.
En algunos casos, las cirugías de la nariz como la rinoplastia, la septoplastia o la cirugía de senos paranasales causan una perforación septal. El tabique también se puede perforar como consecuencia del consumo de drogas por vía nasal, siendo la cocaína la más habitual, o por traumatismos y la manipulación recidivante del tabique con el dedo o “picking”.
¿Cuáles son las complicaciones de una perforación en el tabique?
Los síntomas más frecuentes de un tabique perforado son la sequedad nasal, la epistaxis o sangrado y la formación de costras que muchas veces dificultan la respiración.
Cuando la perforación es muy grande puede generar una deficiencia en el soporte de la nariz, haciendo que el dorso de la misma caiga. De esta manera, se origina una deformidad externa que se denomina nariz en silla de montar.
Tipos de tratamientos para la perforación septal
En primer lugar, se recomiendan los tratamientos conservadores como lavados nasales con suero o agua de mar, además del uso de pomadas que contengan vaselina y vitaminas.
En segundo lugar, y si el tratamiento conservador no funciona, se recurre a reparar la perforación por vía quirúrgica, ya que es la cirugía el único tratamiento que puede restaurar la función fisiológica del tabique. La técnica de la cirugía variará según las características de la perforación que presente cada paciente.
Las perforaciones muy grandes o totales, es decir, aquellas que tienen más de 4.5cm, son muy difíciles de reparar y tienen un peor pronóstico.
Preparación y recuperación tras la cirugía
Antes de la cirugía es fundamental evitar la manipulación del tabique con los dedos o pañuelos y mantenerla hidratada con lavados y pomadas.
El tratamiento quirúrgico puede realizarse mediante un abordaje endoscópico mínimamente invasivo, por lo que el postoperatorio suele ser muy llevadero y rápido. Sin embargo, es necesario mantener unas pequeñas láminas de silicona dentro de la nariz durante al menos 4 semanas para asegurar una correcta cicatrización del tabique. Estas no generan una molestia significativa en el paciente, ya que se puede realizar las actividades diarias normalmente y no se ven en el exterior.