La lumbalgia se vuelve crónica en 1 de cada 4 personas

Written by: Top Doctors®
Published: | Updated: 21/02/2023
Edited by: Patricia Pujante Crespo

El dolor lumbar o lumbalgia es uno de los cuadros dolorosos más frecuentes. Afecta a una de cada cuatro personas, con una prevalencia del 15% para formas de lumbalgia puntual y 8% en forma recurrente o crónica.

 

Pese a ser considerado habitualmente como una patología benigna, el dolor lumbar es un problema bastante limitante. Una de cada seis personas con dolor lumbar tiene que suspender sus actividades completamente y guardar reposo en cama. De hecho, la lumbalgia es uno de los problemas de salud que más incapacidad producen, en total es la causa del 25% de las incapacidades laborales.

 

Aunque el dolor lumbar suele ser autolimitado, el 20% de las lumbalgias cronifican. El dolor lumbar crónico o recurrente resultante es la principal causa de discapacidad a largo plazo en la población, además de considerarse el problema de salud que más afecta a la calidad de vida en la población de los países desarrollados. Con el envejecimiento de la población la lumbalgia cada vez afecta a más personas.

 

Mujer sentada frente al ordenador y agarrándose las lumbares con cara de dolor - lumbalgia by Top Doctors
La lumbalgia supone el 25% de incapacidades laborales
y puede volverse crónica en 1 de cada 4 pacientes.

 

¿Cuáles son las causas de que una lumbalgia cronifique y por qué hay médicos que siguen recomendando reposo?

El dolor lumbar, al ser mecánico, mejora inicialmente con el reposo y la inactividad. Por eso, muchos médicos recomendaban reposo (alguno sigue haciéndolo actualmente). No obstante, se ha comprobado que el reposo afecta negativamente al pronóstico de la lumbalgia y favorece que cronifique.

 

¿Cómo puede el reposo entorpecer la recuperación de una lumbalgia?

Un paciente en reposo reduce sus actividades diarias, tanto laborales como sociales, al máximo. Pero esto tiene varias consecuencias negativas. Por un lado, la persona, al estar inactiva, se focaliza más en el dolor. Cada persona es más o menos proclive a focalizar su atención en el dolor pero, cuanto más intenso y duradero es el dolor, más fácil es que se produzca. Es normal que el paciente se pregunte cuándo podrá volver a hacer vida normal, y la respuesta de su médico suele ser “cuando no te duela”. Error. El paciente puede pensar que lo único importante es el dolor y desarrollar conductas de evitación o miedo hacia este. Estas conductas favorecen a su vez la aparición de estados emocionales negativos que aumentan la sensibilización al dolor, haciéndolo cada vez más intenso. A más dolor y más afectación emocional menos actividad realizará la persona, de forma que el ciclo se retroalimenta.

 

El 70% de los pacientes con dolor lumbar crónico tienen estados emocionales negativos: ansiedad, insomnio o depresión.

 

Por otro lado, la inactividad produce atrofia muscular y aumento de peso en el paciente. Esta atrofia de la musculatura lumbar favorece la progresión y la aparición de lesiones a nivel de la columna vertebral lo que a su vez aumenta la sensibilización periférica de los tejidos, con la liberación de citoquinas pro-inflamatorias que facilitan la transmisión de las señales del dolor al cerebro.

 

¿Cómo prevenir que el dolor lumbar se cronifique?

Para evitar que un dolor lumbar reaparezca o se cronifique es importante abordarlo de forma precoz. Cuando la medicación habitual no es suficiente el tratamiento intervencionista del dolor es un arma muy poderosa que rompe el círculo de dolor-inactividad, y permite la readaptación temprana del paciente.

 

La evidencia científica muestra que cuanto más tiempo tarda un paciente con dolor lumbar en readaptarse, más probabilidades tiene de que la incapacidad sea permanente.

 

El uso de técnicas específicas para el dolor (bloqueos, radiofrecuencias, etc.) permite al especialista en Unidad del Dolor conseguir una adecuación del dolor lo suficientemente efectiva como para mantener la actividad física. Al principio puede ser suficiente caminar 10 o 20 minutos al día y realizar algún programa específico para pacientes con dolor lumbar con la ayuda de un fisioterapeuta. Mantener cierta actividad física es la mejor forma de prevenir que una lumbalgia se cronifique.

 

Una vez estabilizado el cuadro se recomienda la reincorporación a una vida activa de forma temprana, aunque haya algo de dolor. En el seguimiento del paciente readaptado se recomienda la realización de programas mixtos de aprendizaje de higiene postural y ejercicios de tonificación suave. No hay evidencia científica para la prevención de la lumbalgia del uso de estrategias como la manipulación vertebral.

*Translated with Google translator. We apologize for any imperfection
 Redacción de Topdoctors

By Redacción de Topdoctors
Pain Medicine

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