La disfunción eréctil tratada desde la Psicología
Written by:La disfunción eréctil es la incapacidad de alcanzar o de mantener una erección lo suficientemente firme y con la duración necesaria para que se pueda lograr una penetración y realizar un coito. Se produce a cualquier edad.
Hablamos de disfunción eréctil primaria, cuando nunca se ha logrado una erección con la firmeza o la duración suficiente para logar el coito, y de disfunción eréctil secundaria, cuando ha sido posible realizar la penetración con normalidad y de pronto se produce el trastorno que lo impide.
Las causas de esta disfunción pueden ser de dos tipos:
- Causas orgánicas: derivadas de una enfermedad o de un tratamiento farmacológico para paliar determinadas dolencias, tales como la diabetes, hipertensión, trastornos urológicos, tratamientos con psicofármacos, e incluso tratamientos para la alopecia, influyen negativamente como efecto secundario en la capacidad de erección.
- Causas psicológicas: suelen ser las más frecuentes. Es bastante común que, en algún momento de la vida adulta de un hombre, se produzca un episodio de incapacidad para consumar un coito debido a una falta de erección, en sí este suceso aislado no debería tener importancia, y la mayor parte de las veces así es, pero en algunos hombres, la preocupación, el miedo, la ansiedad a que pueda repetirse en la siguiente relación, lo convierten en un trastorno recurrente.
¿A qué tipo de paciente suele afectarle esta patología?
No existe un paciente tipo, pues en general, las disfunciones sexuales no suelen ser reflejo de otra patología psicológica, en general el origen de la disfunción eréctil se encuentra en el “excesivo empeño” que algunos hombres manifiestan para “quedar bien”, para conseguir satisfacer a la pareja.
Cuanto más intenso es el temor al fracaso, más posibilidades tienen que éste se produzca y a largo plazo, aparece el desinterés por el sexo y las conductas de evitación para mantener relaciones sexuales.
De hecho, la mayor parte de los hombres que sufren una disfunción eréctil son capaces de conseguir y de mantener la erección cuando están solos, el problema aparece en la relación con la pareja.
En este aspecto todos los hombres que sufren de disfunción eréctil se parecen, están tan centrados en conseguir la erección y en mantenerla que olvidan el objetivo de la relación sexual, que es obtener placer, se convierten en espectadores y evaluadores de su capacidad para lograr la erección.
Entran en un círculo vicioso en que la posibilidad de lograr la erección se convierte en el objetivo para afrontar la relación y se olvidan de disfrutar y sentir.
Es frecuente que la relación de pareja se vea afectada y que la mujer considere que no es lo suficiente atractiva para generar deseo, y también es frecuente que el hombre pierda interés y evite el tener intimidad con ella.
¿De qué manera se puede tratar la disfunción eréctil en Psicología?
La Sexología es una sub especialización de la Psicología y es la que se encarga de los trastornos sexuales y disfunciones.
La disfunción eréctil, desde mi punto de vista y como he tratado de exponer, no tiene una causa psicológica profunda, no se producen por conflictos emocionales, éstos pueden ser consecuencia, pero no causa, en el sentido que pueden mermar la autoestima y la seguridad personal, pueden provocar frustración e irritabilidad, aunque como la conducta sexual se engloba dentro de la vida privada de las personas, no suele trascender de ésta, excepto en casos de ruptura de la pareja.
Nosotros abordamos el tratamiento desde una perspectiva de reeducación de la conducta sexual. Es un tratamiento bastante mecánico, casi como una fisioterapia, pero con excelentes resultados.
Tratamos de que el paciente recupere el control de su propio cuerpo y de sus capacidades sexuales, debemos tener presente que un hombre es más frágil ante un trastorno que es evidente, en cuanto a que sus genitales son externos, mientras que los trastornos sexuales femeninos son menos obvios.
Establecemos una serie de ejercicios encaminados a que el paciente recupere y aumente su capacidad para sentir placer. Indudablemente en cada sesión de sexo terapia, chequeamos los resultados y analizamos todos los detalles que nos faciliten un conocimiento del paciente.