¿Cuándo acudir al fisioterapeuta?
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Muchos pacientes piensan que ir al fisioterapeuta es solo “cosa de deportistas”. En este artículo, la reconocida fisioterapeuta Sol García explica cuándo y por qué ir a una clínica de fisioterapia.
¿Qué es la fisioterapia?
Según el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid: “La fisioterapia es una disciplina de la salud que ofrece una alternativa terapéutica no farmacológica que, en muchos casos, ayuda a paliar los síntomas de múltiples dolencias, tanto agudas como crónicas. Frecuentemente se relaciona la fisioterapia o a los fisioterapeutas con el masaje, pero su arsenal de técnicas terapéuticas es mucho más amplio”.
¿Cuáles son las patologías típicas que se tratan en una consulta de fisioterapia?
La mayor parte de las consultas que se realizan en una clínica de fisioterapia son de pacientes que sufren:
- Dolores de espalda (fundamentalmente cervicales y lumbares)
- Esguinces
- Roturas
En muchos casos el paciente aguanta el dolor hasta que no puede más y es entonces cuando acude al fisioterapeuta, sin darse cuenta de que una visita a tiempo habría aliviado el dolor.
Tratamientos con fisioterapia
Eliminar dolores musculares y óseos es el objetivo de los tratamientos de fisioterapia, pero al mismo tiempo también se produce una gran mejoría en dolencias de carácter neurológico y respiratorio. En el caso de un intenso y constante dolor de cabeza puede tener su origen en una dolencia de cervicales, que puede ser curada con un buen tratamiento de fisioterapia.
El primer paso a seguir por un fisioterapeuta es quitar el dolor. La técnica que siguen en la clínica Fidoos de Sol García para conseguir la eliminación del dolor es la punción seca, una técnica indolora que acorta al máximo los procesos de recuperación y permite deshacerse de las contracturas en una sola sesión, ya que “deshace” el punto gatillo que las genera.
Esta técnica se puede combinar, según los casos, con otras como:
- Ondas de choque
- Vendaje kinesiotape
- Infrarrojos
- Masaje manual o masoterapia
La elección de una u otra o, en su caso, la combinación de varias de ellas dependerá del caso en que nos encontremos.
Frecuencia de las visitas al fisioterapeuta
No solo se debe acudir al fisioterapeuta cuando el dolor no permita realizar algunos movimientos. Lo ideal es que si el paciente sufre contracturas frecuentes, por ejemplo, en el trapecio, debido a las largas horas que se pasa sentado frente al ordenador, es que una vez al mes o cada dos meses se acuda a la consulta del fisioterapeuta. Esto ayudará a que el dolor se trate y se evite que la contractura vaya a más y provoque dolor e inmovilidad.
En el caso de los deportistas, las visitas continuas son obligadas para conseguir una mayor elasticidad de los músculos, ayudar a reafirmar el tono muscular y contribuir al proceso de recuperación entre distintas competiciones.
Es muy conveniente acudir al fisioterapeuta desde niños: un buen profesional de la fisioterapia podrá hacer un estudio muscular y corregir posturas que, repetidas, pueden provocarnos serios daños en nuestro cuerpo. Es el caso de la escoliosis: si se detecta a tiempo en la consulta de fisioterapia, puede evitarse que el niño tenga la espalda torcida y sufra dolores durante toda su vida.