¿Cómo influyen las sustancias contaminantes durante el embarazo?
Written by:La exposición a agentes ambientales tóxicos tiene efectos negativos durante el embarazo, pero, también durante la niñez. Se han estudiado diferentes sustancias para evaluar los efectos en mujeres embarazadas, bebés y niños pequeños.
El consumo de sustancias tóxicas como el alcohol, el tabaco y las drogas por parte de una mujer embarazada implica efectos nocivos para el bebé durante sus primeros años de vida, e incluso pudiéndose prolongar hasta el periodo de la infancia. Existen otras sustancias tóxicas como los contaminantes químicos y los contaminantes del aire que también pueden influir de forma negativa en los más pequeños.
Las sustancias químicas y los metales pesados actúan como disruptores endocrinos, es decir, simulan ciclos hormonales de nuestro cuerpo interfiriendo en los mecanismos hormonales de forma negativa. Estos procesos nocivos se producen en todas las mujeres embarazadas por la ingesta de ciertos alimentos, el uso de utensilios de almacenaje y cocina, o productos de higiene personal.
Hay diferentes tipos de contaminantes relacionados con la alimentación que se encuentran en las actividades de procesamiento, en los propios alimentos y en los objetos de uso cotidiano.
Sustancias como plaguicidas (organoclorados, organofosforados, carbamatos, piretroides), compuestos químicos de origen industrial (bifenilos policlorados, metales pesados), humo y alimentos ahumados a la brasa (hidrocarburos aromáticos policíclicos) pueden actuar como disruptores endocrinos.
En los utensilios de uso diario también encontramos sustancias contaminantes: en las botellas y en los recipientes de plástico, en las latas de conservas, placas antiadherentes de las sartenes, también encontramos disruptores endocrinos.
¿Cómo afectan las sustancias químicas en el embarazo?
El feto está protegido por una barrera protectora natural, la placenta, pero a pesar de esto, las sustancias químicas pueden entrar y contaminar la zona fetal.
Estudios actuales investigan la relación de los disruptores endocrinos con mayor incidencia de complicaciones gestacionales. Entre la patología del embarazo destaca la posible asociación con la preeclampsia, restricción del crecimiento fetal, parto prematuro y disfunción tiroidea. Este tipo de asociación es dependiente de la dosis y tiempo de exposición.
¿Son peligrosos los contaminantes químicos para mi bebé?
Aunque la exposición a contaminantes puede afectar a cualquier persona, se considera que es más importante durante el embarazo, la lactancia y la infancia por tratarse de momentos muy críticos en el desarrollo de un ser humano.
Según un informe publicado en 2015 por la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia y Endocrine Society, la exposición a contaminantes antes o durante el embarazo puede afectar a la salud del bebé a corto y largo plazo. Puede causar, entre otros, problemas reproductivos, abortos espontáneos, problemas de crecimiento y bajo peso al nacer, malformaciones congénitas, problemas cognitivos, hiperactividad, diabetes, problemas relacionados con las hormonas tiroideos, o un riesgo elevado de ciertos tipos de cáncer en la edad adulta.
Recomendaciones alimentarias durante el embarazo y lactancia
Un grupo de científicos que forman parte de una línea de investigación, integrada en el Observatorio de la Alimentación (ODELA) del Departamento de Antropología Social de la Universidad de Barcelona, han publicado unas recomendaciones para evitar la exposición química relacionada con los alimentos durante el embarazo.
Entre los consejos publicados destacamos:
- Priorizar la lactancia materna a cualquier otro alimento. Aunque la leche materna puede tener contaminantes químicos, se recomienda porque tiene muchos beneficios.
- Consumir alimentos frescos y reducir el consumo de grasas.
- Consumir alimentos ecológicos porque no están tratados con contaminantes químicos.
- Comer alimentos de temporada porque sufren menos procesos para conservarlos.
- Evitar el consumo de peces como el tiburón, el pez espada, y el atún rojo porque contienen sustancias contaminantes. Es mejor consumir peces pequeños como la sardina o el boquerón hasta haber entrado en los 5 años de edad.
- Evitar la obesidad, tanto de la madre como del bebé, ya que la grasa acumulada puede retener las sustancias contaminantes en el cuerpo.
- Realizar ejercicio regularmente.
- Evitar el tabaco, el alcohol y las drogas.
- Evitar usar envases de plástico y latas para guardar comida.
- Utilizar en la menor medida posible objetos de aluminio y recubiertos por sustancias antiadherentes. Como alternativa, se pueden usar utensilios de acero inoxidable y barro.
- Limitar el consumo de fritos y comidas cocinadas con aceite a temperaturas elevadas.
Los profesionales de la salud y los ginecólogos deben tener un conocimiento sobre las exposiciones nocivas, ser capaces de asesorar a sus pacientes sobre el riesgo y dar asesoramiento sobre las precauciones que se deben tomar.
Al mismo tiempo, la protección de los gobiernos debe fortalecerse mediante acciones que limiten la exposición ambiental a sustancias que se sabe que tienen efectos nocivos. El diseño de una política de salud pública global en un futuro próximo es la mejor manera de traducir la evidencia científica en acción.