Cómo formar una relación de pareja sana

Desde pequeños, los cuentos llenan la mente de las personas con ideas inocentes que nos acompañan hasta la edad adulta: la rana no se convierte en hombre hasta que la princesa no le da un beso y la princesa no puede superar los peligros hasta que un príncipe no llega a rescatarla con un caballo blanco.

De esta manera, las personas interiorizan que toda persona debe encontrar a su media naranja, porque sin ella nunca estará completa. Sin embargo, se trata de una idea errónea que, precisamente, es la que hace que, con el paso del tiempo, aparezcan grandes problemas en las parejas.

¿Cómo se forman las relaciones sanas?

Las relaciones sanas de igual a igual se empiezan a formar desde el momento en que dejamos de ver a nuestra pareja como un complemento de nosotros mismos para darle el lugar de compañero o compañera de vida.

Una relación de iguales

Una relación de iguales puede definirse como aquella relación en la que la pareja deja de ser una extensión de uno mismo o de la propia familia. En este sentido, la pareja deja de ser esa persona que nunca consigue satisfacer totalmente nuestras aspiraciones, porque no está en nuestra mente.

La televisión, el cine, los libros y las revistas están llenas de romanticismo, que nos provoca frustración cuando nos damos cuenta de que no tenemos a nuestro lado a aquella persona con la que conseguiríamos ese maravilloso amor. Sin embargo, si tenemos en cuenta todos los ejemplos idílicos que nos provocan envidia, podemos observar que en la mayoría de ellos falta el pilar más importante para construir una relación fuerte y duradera, que es la comunicación.

A través de estos medios, hemos interiorizado como debe ser un hombre y como debe ser una mujer para que una relación pueda funcionar, sin tener en cuenta el hecho de vivir en pareja genera una serie de cambios.

Aun así, nos seguimos aferrando a esos consejos, haciendo comparaciones con el resto de parejas, considerándolas mejores o peores según la aproximación a la fantasía, en lugar de invertir tiempo en construir nuestra relación de pareja. Cada persona es única e irrepetible. Lo mismo pasa con las parejas y, en este sentido, es importante encontrar su propio camino.