¿Cómo afecta la fatiga en pacientes oncológicos?

Cerca del 90% de los pacientes con cáncer experimentan una sensación de cansancio casi permanente que los limita en su actividad diaria. El origen de la fatiga responde a múltiples factores asociados, sobre todo, con la propia enfermedad y el curso que sigue la misma.

Esta debilidad física a la que debe enfrentarse el paciente se debe, principalmente, a la toxicidad de los tratamientos oncológicos y el déficit de nutrientes y vitaminas.

Sin embargo, la percepción del paciente de la propia enfermedad también genera angustia, dolor y desadaptación a la situación. Aun así, los tratamientos siguen siendo la causa principal de la fatiga.

Su impacto en el organismo en evidente: reducen el aporte energético y de nutrientes, disminuyen el apetito, produce inflamación y desestructuración de la mucosa y la flora intestinal. El cansancio, inevitablemente, acaba apoderándose del día a día del paciente, limitándolo a su capacidad de realizar actividades rutinarias tan simples como ir de compras, desplazarse, ir a trabajar y, por supuesto, ejercitarse.

Desde el Instituto Khuab trabajan para mejorar el bienestar del paciente. Por eso, realizan un análisis exhaustivo de las causas subyacentes del síntoma, proponiéndole un tratamiento terapéutico personalizado.

Algunos de sus objetivos son:

• Restablecer los depósitos de nutrientes y vitaminas.
• Aumentar la energía intracelular.
• Ayudar a los procesos de detoxificación.
• Mejorar la capacidad funcional celular.
• Ayudar a los procesos de regeneración de tejidos y mucosas.
• Estimular la función inmunitaria.

Para alcanzar estos objetivos proponen administrar vía intravenosa una combinación personalizada de nutrientes y biorreguladores específicos para que, al llegar rápida y directamente a la célula, produzca un rápido efecto en la mejora de los síntomas.

La administración repetida permite que la mejora de los síntomas y de la calidad de vida de nuestros pacientes sea sostenida a lo largo del tiempo.